"Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Esos recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo, y esos recorro mirando, mirando sin aliento" Castaneda

viernes, 19 de octubre de 2012

Algunos escritos griegos (Gregory Corso)

En cierto sentido
a los griegos de hoy
no les gusta la Acrópolis
porque
se yergue sobre ellos
como si se burlara
como si los aprisionara
en un abismo de no-puedes-hacerlo-mejor-que-yo

No importa en qué dirección
miren
es imposible esquivar
esa marca de la historia

lunes, 24 de septiembre de 2012

Después del diluvio (Arthur Rimbaud)

En cuanto la idea del Diluvio se sosegó,
Una liebre se detuvo entre los pipirigallos y las campanillas móviles, y dijo su plegaria al arco iris, a través de la tela de araña.
¡Oh! Las piedras preciosas que se ocultaban, -las flores que miraban ya.
En la gran calle sucia se establecieron las carnicerías y fueron lanzadas las barcas hacia el mar en alto, escalonándose, como en los grabados.
La sangre corrió, en casa de Barba Azul -en los mataderos-, en los circos, donde el sello de Dios hizo palidecer las ventanas. La sangre y la leche corrieron.
Los castores edificaron. Los mazagrans humearon en las tabernas.
En la gran casa de vidrios, todavía chorreante, los niños de luto miraron las maravillosas imágenes.
Una puerta crujió; y, en la plaza de la aldea, el niño hizo girar sus brazos, comprendido por todas las veletas y gallos de campanario, bajo el deslumbrante aguacero.
Madame*** instaló un piano en los Alpes. La misa y las primeras comuniones se celebraron en los cien mil altares de la catedral.
Las caravanas partieron. Y el Splendide-Hotel fue construido en el caos de hielos y noche del polo.
Desde entonces, la Luna oyó a los chacales plañendo en los desiertos de tomillo, -y a las églogas en zuecos gruñendo en el vergel. Después, en la arboleda violeta, llena de retoños, Eucaris me dijo que era la primavera.
 - Brota, estanque; - Espuma, rueda sobre el puente y por encima de los bosques; paños negros y órganos, relámpagos y truenos, subid y rodad; - Aguas y tristezas, ascended y reanimad los Diluvios.
Pues desde que se disiparon, -¡oh, las piedras preciosas enterrándose, y las flores abiertas! - es un tedio! Y la Reina, la Maga que alumbra su brasa en la vasija de barro, no querrá jamás contarnos lo que ella sabe y nosotros ignoramos.

martes, 31 de julio de 2012

Manifiesto populista (Lawrence Ferlinghetti)

Poetas, salgan de sus armarios
abran las ventanas, abran las puertas,
han estado escondidos demasiado tiempo
en sus mundos cerrados.
Bajen, bajen
de sus Colinas Rusas y Colinas del Telégrafo,
sus Colinas Beacon y Colinas de la Capilla,
sus Montes Análogos y Montparnasses,
bajen de sus colinas y montañas,
fuera de sus carpas indias y cúpulas.
Los árboles todavía siguen cayendo
y ya no iremos a los bosques.
No hay tiempo para sentarnos en ellos
mientras el hombre quema su propia casa
para asar su cerdo.
No más cantos de Hare Krishna
mientras Roma arde.
San Francisco está ardiendo,
el Moscú de Maiakovsky está ardiendo
los combustibles fósiles de la vida.
La Noche & el Caballo se aproximan
comiendo luz, calor y poder,
y las nubes tienen pantalones.
No hay tiempo ahora para que el artista se esconda
arriba, más allá, detrás de escena,
indiferente, recortándose las uñas,
refinándose a sí mismo fuera de la existencia.
Sin tiempo ahora para nuestros pequeños juegos literarios,
sin tiempo ahora para nuestras hipocondrias & paranoias,
sin tiempo ahora para el miedo & el odio,
tiempo ahora sólo para la luz & el amor.

 Hemos visto a las mejores mentes de nuestra generación
destruidas por el aburrimiento en los recitales de poesía.
La Poesía no es una sociedad secreta,
ni tampoco es un templo.
Las palabras secretas & los cantos ya no sirven.
El tiempo del om terminó,
llegó el tiempo de las ganas
el tiempo de las ganas y el regocijo
por el fin cercano
de la civilización industrial
que es mala para la Tierra & el Hombre.
Tiempo ahora de mirar hacia fuera
en la plena posición de loto
con los ojos bien abiertos,
Tiempo ahora de abrir vuestras bocas
con un nuevo discurso franco,
tiempo ahora de comunicarse con todos los seres conscientes,
todos ustedes "Poetas de las Ciudades"
colgados en museos, incluso yo,
todos ustedes poetas de poetas que escriben poesía sobre poesía,
todos ustedes poetas del idioma muerto y deconstruccionistas,
todos ustedes poetas de los talleres de poesía
en los quintos infiernos del corazón de América,
todos ustedes Ezra Pounds de casas rotas,
todos ustedes poetas alejados, alucinados, poetas del cut up
todos ustedes poetas del cemento armado,
todos ustedes poetas cunilingüales,
todos ustedes poetas de baño pago gruñendo por los graffittis,
todos ustedes poetas hamacándose de tren en tren que nunca se hamacan en abedules,
todos ustedes maestros del haiku de aserradero
en las Siberias de América,
todos ustedes ciegos irrealistas,
todos ustedes superrealistas del autoocultamiento,
todos ustedes visionarios de dormitorio
y agitadores de armario,
todos ustedes poetas Groucho-marxistas
y Camaradas de la clase ociosa
que están echados todo el día
y hablan del proletariado de la clase obrera,
todos ustedes anarquistas católicos de la poesía,
todos ustedes montañistas de Black Mountain de la poesía,
todos ustedes brahmines bostonianos y Bolinas bucólicos,
todos ustedes madres de la guarida de la poesía,
todos ustedes hermanos zen de la poesía,
todos ustedes amantes suicidas de la poesía,
todos ustedes profesores melenudos de poesía,
todos ustedes críticos de poesía
que beben la sangre del poeta,
todos ustedes Policía de la Poesía...
dónde están los hijos salvajes de Whitman,
dónde las grandes voces expresándose claro
con una sensación de dulzura y sublimidad,
dónde la gran visión nueva,
la gran vista del mundo,
la intensa canción profética
de la inmensa tierra
y todo lo que canta en ella
y nustra relación con ella...

Poetas, bajen
a la calle del mundo una vez más
y abran sus mentes & ojos
con el viejo deleite visual,
aclárense la garganta y hablen claro,
La Poesía no ha muerto, larga vida a la Poesía
con ojos terribles y fortaleza de búfalo.
No esperen a la Revolución
o sucederá sin ustedes.
Dejen de mascullar y hablen claro
con una nueva poesía muy abierta
con una nueva "superficie pública" de sensualidad en común
con otros niveles de subjetivos
y otros niveles subversivos,
un diapasón en el oído interno
para golpear bajo la superficie.
De nuestro propio dulce Ser aún canten
aunque pronuncian "la palabra en-masse"...
Poesía la acarreadora común
para el transporte del público
a lugares más elevados
de los que puedan llevarlos otras ruedas.
La poesía todavía cae del cielo
a nuestras calles todavía abiertas.
No han levantado las barricadas, aún,
las calles aún vivas con caras,
hombres & mujeres adorables aún caminando allí,
aún criaturas encantadoras en todas partes,
en los ojos de todos el secreto de todo
aún enterrado ahí,
hijos salvajes de Whitman aún durmiendo allí,
despierten y canten al aire libre.

martes, 26 de junio de 2012

la literatura



la literatura nunca había sido tan superflua
el Sol salpicaba de sangre
las transeúntes cabezas amobladas
como góndolas de supermercado

las pasiones se difamaban
en manos del mejor postor
los días se sucedían
con monótono desencanto desvencijado
los pueblos se desabrochaban los cerebros
cual títeres de la mísera polifónica mierda

las manos, los pulmones y riñones
y cada mínima fracción de cuerpo humano
eran un vehículo
para consumir porquerías
enlatadas conservadas analizadas empaquetadas
esquematizadas cuadratizadas amoldadas higienizadas
mutiladas desencantadas archiprocesadas y pensadas
por psicólogos sociales agentes de marketing
sociólogos publicistas modistas
ideólogos del lavaje de cerebros

"crucificados habrían de ser" oh Señor
pero no en tus polleras

¿quién muestra los dientes
en esta jungla de anémicos?
quién grita socorro
quién siente el latir de su corazón
de sus huesos vibrando
de su voz como una bengala?

y la literatura
nunca fue
tan necesaria



*poema incluído en la antología "Premio Nacional de Literatura Tres de Febrero 2014",
editado por la Oficina Municipal de Letras de Tres de Febrero

jueves, 7 de junio de 2012

desgarramiento forzoso

no muy lejos de la noche,
donde confluyen las fiebres
y los mares
El Grito
arremete contra los jirones
de la inmundicia
y eyacula, sin escrúpulos,
un desgarramiento forzoso

los solsticios no son entonces
más que un paquete de ilusiones
y las chimeneas se observan mutuamente
atónitas
invocando un silencio cómplice

es la desesperación
de saber
lo que todos saben

lunes, 7 de mayo de 2012

luces de otoño

domingo bonaerense
Ángel y sus manos de ajedrecista
reposan incrédulas
en el anhelo de un presente


panfletos trosko-intergalácticos
se derraman sobre el mantel
y me sonríen


brum brum
las motitos
pero
¿alguien sabe
realmente
lo que se esconde detrás?


detrás de este circo,
de este
espionaje escabroso,
de esta
insalubridad porosa,
juegos de luces
luces de otoño


en un segundo
alguien
se adentró en mí


y sus ojos
se robaron el cielo





domingo, 18 de marzo de 2012

Viaje 2012 XVI: Chile y Mendoza

Tras sortear la exigente frontera chilena, en micro desde Tacna, llegué a Arica con el único objetivo de atravesarla. Dos graves problemas familiares me acosaban ahora, y mi idea era regresar a Buenos Aires lo antes posible. Ya se había acabado el tiempo de disfrutar del viaje.


En la terminal cambié todo el dinero peruano que me quedaba (8 soles) por 1200 pesos chilenos. Crucé la ciudad a pie tras una pesada caminata de aproximadamente una hora y llegué a una zona de estaciones de servicio y estacionamientos por donde pasaban los camiones al sur, y donde varias parejas de mochileros probaban suerte en la banquina. Tras intercambiar palabras con algunas de ellas, me ubiqué en el último lugar de la fila, cediéndoles la prioridad a los viajeros que estaban encarando a Fortuna desde antes que yo. Pero mi anhelado mesías no se haría esperar demasiado: tras 5 minutos de pulgar en alto, un camión paró para levantar a la pareja de mochileros que se ubicaba inmediatamente delante mío. Vislumbrando mi posibilidad de redención, me acerqué corriendo y, a pesar de su negativa inicial, el conductor terminó aceptándome gracias a mis súplicas a cara de perrito mojado. El salvador: Hugo, que transporta ropa hecha en Bolivia. Completan la flota dos parejas de mochileros chilenos: la que se subió justo antes que yo, y otra que ya se encontraba en el camión. Cuando me entero que el camión va directo para Santiago no puedo creer en mi suerte. Le pregunto a Hugo si puede llevarme hasta allá, y tras pensarlo un poco acepta. De Arica a Santiago hay más de 2000 kilómetros, y los medios de transporte chilenos son excesivamente caros. Pero el problema ya estaba resuelto. ¡Excelente bienvenida a Chile!


domingo, 11 de marzo de 2012

Viaje 2012 XV: Oasis de Huacachina y Líneas de Nazca

Retornar a Lima significó reencontrarnos con una de las ciudades más caóticas que hayamos visitado jamás. El micro que nos tomamos en Chancay nos dejó en una terminal ubicada en el norte de la capital; nuestra misión actual era cruzarla para emplazarnos en alguna estación de servicio o peaje de la salida hacia la Panamericana Sur. Como primera medida compramos una botella de agua para hidratarnos. El calor era inaguantable. La “ciudad de los virreyes” se debatía en ese frenesí constante de coches-a-punto-de-estrellarse que la caracteriza.

Tomamos un bondi que nos dejaba a mitad de camino. En Lima los boletos del colectivo no se sacan de una máquina como en Buenos Aires, sino que se le pagan a un muchacho denominado cobrador, una vez encima del vehículo. Resultó ser que el cobrador de este colectivo se mostró interesado en nuestro aspecto harapiento y nos pusimos a charlar. Le contamos que veníamos atravesando todo el país a dedo, sin pagar ni un sólo bus, gracias a la amabilidad con que la gente nos trataba. Que estábamos “en las últimas”, y que la plata apenas si nos alcanzaba para comer… A medida que atravesábamos Lima y el muchacho le cobraba su boleto a todos los pasajeros (excepto a nosotros), comenzamos a presentir que su intención era eximirnos del gasto, en un guiño de hermandad latinoamericana. Pero la cosa no se quedó allí… En un momento subió un hombre vendiendo helados. Hacía calor y hacía rato que no comíamos. Mirábamos con ojos soñadores el cartel donde el hombre exhibía los helados en venta, intentando imaginarnos su sabor... tan perdidos estábamos en ese ensueño que no entendimos lo que sucedía cuando el tipo se nos acercó y levantó la tapa de la heladerita. “Elijan uno”. “¿Eh? No, pero no tenemos plata nosotros”. “Es un regalo del cobrador”. Nos miramos sin poder creerlo, miramos en dirección al cobrador pero él no nos miraba en ese momento. Elegimos los dos el mismo helado (uno de crema americana con galletitas de chocolate), incrédulos aún de nuestra suerte..

martes, 6 de marzo de 2012

Viaje 2012 XIV: Atravesando a dedo la Panamericana Norte del Perú

“El ser humano es incapaz de concebir un estado de cosas que no sea realizable”
Henry Thoreau

Amanecimos en la comisaría de Huaquillas con Alejandro Sanz a todo volumen y el grito de "¡LEVÁNTENSE!" proferido por uno de los policías. Habíamos pasado la noche en el suelo, al lado de dos pibes de unos 15 años que estaban detenidos y esposados "por posesión de arma de fuego". Era una mañana lluviosa, el cielo decía gris. Preparamos nuestro equipaje y nos despedimos… pero antes de poder retirarnos, los agentes me pidieron que tocara algo con el violín. Inspirado por la encantadora música con que nos habían despertado, toqué la melodía de My Heart Will Go On, el tema de Titanic. Mientras lo hacía, un policía gordito agarró a otro por la espalda extendiendo horizontalmente sus brazos, recreando una versión bizarra de la famosa escena de Leonardo Di Caprio y Kate Winslet.

Habíamos sellado la salida de Ecuador la noche anterior. Ahora debíamos entrar nuevamente a Perú. Caminamos bajo la fina llovizna hasta la frontera. Luego tomamos una moto-taxi hasta el puesto de control migratorio. Realizamos el trámite sin inconvenientes y proseguimos nuestra caminata rumbo sur, con el objetivo de atravesar el país a dedo.

sábado, 25 de febrero de 2012

Viaje 2012 XIII: Ecuador

“Todo lo trascendente de nuestra empresa
se nos escapaba en ese momento,
sólo veíamos el polvo del camino
y nosotros
devorando kilómetros
en la fuga hacia el norte”
Ernesto Che Guevara

Tras cruzar de Aguas Verdes (Perú) a Huaquillas (Ecuador), debimos tomar un taxi (igualito a esos que se ven en las películas yanquis) hasta el puesto de migraciones del país al que entrábamos. Curiosamente, éste se encuentra ubicado como a dos kilómetros de la línea que divide a ambas naciones, en una oficina que se aparece en medio de la ruta, ya saliendo de la ciudad. Dado el exagerado dolor que me regalaban las quemaduras made in Máncora, no tuvimos más remedio que desembolsar dos dólares y subirnos a ese coche que denotaba una ostentación impropia de nuestros espíritus…

Sí, dos dólares. Estadounidenses. Es la moneda oficial de Ecuador. Producto de una híper-devaluación de la moneda nacional, consecuencia de nefastas políticas neo liberales llevadas a cabo durante la década de los ’90, a partir del 2000 la economía se dolarizó, extinguiendo el “Sucre” y convirtiendo al país en una especie de colonia de vacaciones para gringos…
El momento de enfrentar el puesto de control migratorio era de lo más definitorio: ¿realmente podría entrar a Ecuador sin pasaporte? Todos los días de nuestro viaje se definían en este momento, donde la burocracia de la diplomacia internacional me permitiría –o no- el ingreso a la ansiada meta final. Con mi cédula de identidad (esa que te dan ahora cuando tramitás el DNI nuevo) y una perfecta cara de inocencia me acerqué a la ventanilla, ocultando mis temores… El uniformado agarró mi documento, hizo alguna que otra pregunta, nada fuera de lo normal… y ahí estaba: el papel que me bañaba de legalidad. ¡90 días para recorrer Ecuador a mis anchas!

domingo, 19 de febrero de 2012

Viaje 2012 XII: Chiclayo y Máncora

 “El tiempo no es sino la corriente donde voy a pescar.
Bebo en ella, pero mientras bebo, veo el fondo arenoso
y advierto lo somero que es. Su delgada corriente se desliza,
pero la eternidad permanece. Querría beber en lo profundo,
pescar en el cielo, cuyo fondo está empedrado de estrellas.
No puedo contar ni una sola. No conozco la primera letra
del alfabeto. Siempre he lamentado no ser tan sabio como
el día en que nací. La inteligencia es un cuchillo afilado,
discierne y penetra el secreto de las cosas. No deseo estar
más ocupado con mis manos de lo necesario. Mi cabeza es
manos y pies. Siento mis mejores facultades concentradas
en ella. Mi instinto me dice que mi cabeza es un órgano para
excavar, así como otras criaturas usan su hocico y patas delan-
teras, y con ella minaría y excavaría mi camino a través de
estas colinas. Creo que la veta más rica está por aquí; juzgo
por la varita adivinatoria y los finos vapores ascendentes, y
aquí empezaré a cavar”.

Henry David Thoreau
 
Al despedirnos de nuestros amigos cajamarquinos sentimos esa misma nostalgia que nos sobreviene en cada separación, en cada deslindamiento de un grupo, la misma que ya habíamos experimentado en la Isla del Sol primero y en Cusco después. Una vez más… List y yo enfrentando, solitarios, el camino.


Llegamos a Chiclayo a las 3 de la madrugada. La terminal era horrenda, pero la perspectiva de salir de ella aún peor. Así, nos sumamos con nuestras bolsas de dormir a la masa de gente que hacía lo propio debajo de sus frazadas. Tuvimos un buen sueño hasta las 6, hora en que nos despertaron los de seguridad. Entonces caminamos hasta la Plaza de Armas, permanecimos un rato ahí meditando nuestras posibilidades y resolvimos encarar de raíz el asunto por el que habíamos ido a la ciudad: la visita al museo del "Señor de Sipán", cuya arquitectura está inspirada en la de las tumbas reales moches..

lunes, 13 de febrero de 2012

Viaje 2012 XI: Cajamarca

"Si el camino surge de la nada,
será que mi canción llegó hasta el Sol"
Luis Alberto Spinetta

El micro que nos trasladó de Trujillo a Cajamarca significó otro viaje para el olvido. Gente vomitando, bebés llorando, lluvia torrencial y misteriosas y prolongadas paradas del coche en medio de la ruta. Sin embargo, me entretuve bastante con la película que pasaron, en la cual dos amigos, sintiéndose desdichados con sus existencias, intercambian sus vidas. La película es mala, pero divierte. Iba imaginándome cómo sería intercambiar mi vida con List, que también se cagaba de risa a mi lado.


Cuando finalmente arribamos a Cajamarca, a eso de las 6 de la mañana, comenzamos a caminar y nos metimos en un antro donde merendamos café y sánguche de huevo frito (se merienda livianito en este país). Después caminamos hasta la histórica Plaza de Armas, lugar de encuentro entre Francisco Pizarro y el Inca Atahualpa Yupanqui. Aquí se produjo el fin de la autonomía del Estado Inca.

sábado, 11 de febrero de 2012

Viaje 2012 X: Trujillo

Con List todavía en un estado de dudosa sobriedad emprendimos la retirada de Huaraz. El siguiente destino sería Trujillo, la capital de la marinera, baile tradicional de Perú donde se evidencia el mestizaje hispano-amerindio-africano. Como el micro directo Huaraz-Trujillo era un poco más caro, hicimos trasbordo en Chimbote. Caímos en dicho lugar de madrugada tras unas 4 horas de micro, y nos tiramos a dormir en la terminal. La gente que pasaba nos miraba con la curiosidad reflejada en su rostro, pero no le dimos mayor relevancia al hecho. No era la primera vez que lo hacíamos. Teníamos sueño y dormimos tranquilamente dentro de nuestras bolsas de dormir, con nuestras mochilas como almohadas. Luego nos enteraríamos de que Chimbote es “el sitio más peligroso de Perú”.


Despertamos por los gritos de los vendedores de pasajes (sí, también gritan), y a eso de las 6 de la mañana tomamos el segundo micro, que nos depositaría en nuestro destino: Trujillo. Esta ciudad de la costa norte peruana le debe su nombre a la ciudad española, cuna del conquistador (y asesino) Francisco Pizarro.

lunes, 6 de febrero de 2012

Viaje 2012 IX: Lima y Huaraz

Al final de la entrada anterior mencioné que en nuestra expedición por el parque industrial de Cusco, en busca de camioneros que quisieran llevarnos a Lima, conocimos a Johan, hijo del dueño de una empresa que transporta mercancías a lo largo del sur del país. Nos comentó que uno de sus camiones partiría al día siguiente a la capital, y que no habría drama en que nosotros subiéramos a él.


Así fue que el miércoles 1 de febrero a las 12 del mediodía llegamos al parque industrial con todo nuestro equipaje, con la ilusión de comenzar un viaje de dos días atravesando en camión todo el sur del Perú. Johan volvió a repetirnos que todo estaba bien.
- Pero ¿ya le preguntaste al chofer? ¿Y si no quiere llevarnos?
- Va a tener que querer. ¡Yo soy el jefe!


Una y otra vez se amparó en su autoridad para tranquilizarnos. Eran evidentes sus ganas de ayudarnos, pero… ¿y las del conductor? Finalmente no consiguió convencer a su chofer para que nos llevara. El hombre argumentó que le daba miedo, que él no llevaba pasajeros, que "¿y si me roban?", que "a la noche no podré dormir", que "mira si están indocumentados", etc., y no hubo manera de ablandarlo. Entonces Johan consultó con camioneros de otras empresas, pero ninguno salía esa misma tarde a Lima. Sintiéndose en deuda, decidió pagarnos los pasajes en micro. Amagamos con rechazarlo, pero "una promesa es una promesa y yo estoy en deuda con ustedes" dijo, y así ocurrió. Nos llevó en taxi a la terminal de ómnibus y pagó 60 de los 90 soles que costó cada pasaje. Agradeciéndole infinitamente nos despedimos, sintiéndonos en deuda nosotros con él.

martes, 31 de enero de 2012

Viaje 2012 VIII: Valle Sagrado de los Incas

El grupo se fragmentó una vez más. Ary y Carla contrataron un tour para ir en bici a Machu Picchu, mientras Nico y Paula se desligaron de nosotros por manejar tiempos e intereses distintos. En fin, se conformó la siguiente trilogía: List, el Hippie y yo. La poco numerosa (mas no por eso menos aguerrida) tropa resolvió dejarse de joder con los alojamientos arancelados y empezar a delinear un sendero propio.


El “Valle Sagrado de los Incas” está conformado por un conjunto de valles, montañas y ríos que fueron habitados y venerados por la civilización andina. Sectores agrícolas, urbanos, militares y religiosos se despliegan por todo el territorio, que se extiende desde Písac hasta Machu Picchu.

jueves, 26 de enero de 2012

Viaje 2012 VII: Cusco

Se cumple un mes de mi partida de Buenos Aires. El recuerdo de aquel viaje en tren a Tucumán se me figura lejano; sin embargo las energías, la adrenalina y las esperanzas que hierven dentro de mí me hacen sentir que el viaje recién está comenzando. El tiempo transcurrido me encuentra con el pelo más largo, la barba más desprolija y un par de quilos menos (hace unos días tuve que comprar un cinto para evitar la inminente caída de mis pantalones en plena vía pública), mas con las mismas ilusiones que motivaron el viaje desde el principio, y que me conducen, junto a estas irremediables ansias de vivir, a adentrarme en los ineludibles terrenos de la aventura.


Después de separarnos de la mayor parte de nuestros amigos (que retornaron a sus respectivas vidas, algunos en Salta y otros en Quilmes), me dirigí junto al nuevo complot (List, Nico, Paula, el Hippie, Ary y Carla) a la frontera Bolivia - Perú. List y yo acarreábamos el problema de la clandestinidad (habíamos cruzado la frontera Argentina - Bolivia de forma ilegal, como se recordará), por lo que debimos coimear a un policía de Copacabana para que nos extendiera un certificado por la pérdida de nuestras respectivas tarjetas andinas (el papel que te dan al migrar de un país al otro). Llegados a la frontera con Perú, ese certificado no nos sirvió para nada. No tuvimos manera de convencer al oficial del puesto fronterizo, que argumentó que debíamos retornar a La Paz para dirigirnos a la oficina de migraciones, donde corroborarían en sus computadores que efectivamente habíamos ingresado al país de forma legal para extendernos una nueva tarjeta. La denuncia por extravío, por sí sola, no nos alcanzaba. Nos vimos obligados, por lo tanto, a abonar los 300 bs (unos 50 dólares) correspondientes a la multa por "evasión de fronteras"… El elevado precio de la ansiada -y siempre conveniente- legalidad.

domingo, 22 de enero de 2012

Viaje 2012 VI: Copacabana e Isla del Sol

"Irrita el yugo de la costumbre,
surgen antiguas ansias nómades,
despierta la feroz estirpe
de su brutal somnoliencia".
Jack London

Volvimos en bondi a La Paz y pasamos la tarde en la Feria del Alto, una feria que se organiza dos veces por semana en la cual se puede conseguir ropa, comida y artículos varios a muy bajo precio. Tras bastante caminata a través de los interminables puestos compré un par de zapatillas de trekking de segunda mano por 85 bs (unos 12 dólares), precio irrisorio comparado con los que se manejan en Argentina. Luego de merodear por allí un par de horas nos aventuramos hacia Copacabana los dos salteños (Sam y Frodo), List y yo.


Llegamos de noche, y la dificultosa búsqueda de un hostel que se acomodara a nuestras pretensiones desembocó en una estadía nada agradable en "Hostal Luna", un verdadero espanto cuya única ventaja era su bajo precio. Dejamos las cosas y salimos a pasear. Nos postramos un rato en la costa, contemplando la noche que se devoraba el Titicaca. Allí sentado vi pasar al dueño de "El Castillo", el restaurante donde había trabajado de mozo el verano pasado. No lo saludé porque no recordaba su nombre (ni lo recuerdo tampoco ahora).


El nuevo Sol nos encontró, como siempre, con ansias de aventuras. Almorzamos trucha en un comedor, nos mudamos de hostel y alquilamos un velero para adentrarnos en las sagradas aguas titicaqueñas. Bajo la dirección de Frodo ("el valeroso capitán Stamboni"), el grupo de navegantes se alejó y se alejó de la costa, sin medir consecuencias. Pasamos un tiempo hermoso, comiendo mangos y sánguches de palta y tocando temas de Silvio Rodríguez (Playa Girón fue el hit de la tarde). Contemplamos el atardecer en medio de la masa acuífera, fundiéndose el cielo y el agua del lago en miles de matices y colores irreproducibles. Los pibes se tiraron en pelotas al agua, yo me figuré que si lo hacía me cagaría de frío y los contemplé desde las tablas del velero.

viernes, 20 de enero de 2012

Viaje 2012 V: Tiwanaku

Escapamos de la locura de La Paz para sumirnos en la verdadera paz de Tiwanaku, 70 kms hacia el sudoeste vía carretera. En este pueblo se encuentra uno de los complejos arqueológicos más importantes de Sudamérica: las ruinas de Tiahuanaco, centro religioso y político de los Tiahuanacotas. Sin embargo, al enterarnos del precio de la entrada, decidimos apreciarlo desde afuera, del otro lado del alambrado. Optamos por pasear por el centro del pueblo y sus alrededores, para conocer el Tiwanaku actual.

El lugar en sí mismo tiene algo de sagrado, de superreal, más allá de visitar o no las ruinas reconstruidas. En la plaza principal del pueblo (frente a la cual se emplaza una iglesia barroca que data del siglo XVI) hay un cartel de madera con el siguiente texto grabado:


Todo empieza

de nuestros corazones,
esa relación del hombre
con la naturaleza y el cosmos.

Todos al ser hijos del mismo Sol

debemos retornar
a un orden natural de las cosas
y fluir
como el río
que no conoce fronteras.


Hurgando la tranquilidad espectacular de la plaza nos cruzamos con Juan Cóndori, un señor originario del lugar con quien mantuvimos una interesantísima charla acerca de su cultura. Nos contó que la civilización Tiahuanaco, predecesora de los Incas, se desarrolló aproximadamente entre los años 1700 a.C. y 1200 d.C., influyendo enormemente en el posterior desarrollo de los constructores de Machu Picchu. Se hipotetiza que la causa de su misteriosa debacle fue una gran sequía. Aún se conservan sus templos, adoratorios del Sol y de la luna, y su lengua, el aymara, es una de las lenguas oficiales de Bolivia y todavía se habla en gran parte del país (sobre todo en las zonas rurales y en las cercanías de La Paz y el Lago Titicaca). 

El plan para el atardecer fue coronar la cima de una cadena de cerros que divisábamos en el horizonte. Así Talo, Chiqui, el Hippie, la Trotska, Pezu, Frodo, Sam, List y yo nos aventuramos a través de campos de cultivo, ríos y propiedades privadas en busca del ansiado vértigo que confiere la aventura. La tarde estuvo hermosa, y pudimos alcanzar una altura considerable para la hora en que se puso el Sol. A nuestra derecha se apreciaba una punta del sagrado lago Titicaca. Fue un crepúsculo increíble. El problema fue el retorno al pueblo; en plena oscuridad, sin linternas ni provisiones. Pero, más allá de cierta desesperación (ni la luna nos alumbraba, veíamos luces en todas direcciones y no estábamos seguros de hacia cuál dirigirnos), el saldo no fue más que algún que otro resbalón en el barro.


Tras encontrarnos todos enteros y salvos nuevamente en las habitaciones que alquilábamos, emprendimos una peregrinación hacia el centro del pueblo en busca de alimentos. El resultado fue que los diez peregrinos (los mencionados en la aventura, más Paula, que se había quedado leyendo) nos postramos frente a un puesto de salchipapa, esa inconmensurable fuente de proteínas y salud. Como mencioné anteriormente, la salchipapa es un ingenioso invento de nuestros hermanos latinoamericanos que consiste en combinar de manera absolutamente proporcioanda salchichas y papas fritas. A la mezcla se le agrega abundante aderezo y voilá, el resultado perfecto. 

Mientras degustábamos tan delicado plato se nos acercó amistosamente un hombre llamado Freddy. Éste, tras manifestarse simpatizante de Vélez y hacer algunos comentarios acerca del fútbol argentino, nos ofreció jugar un partido. Argentina - Bolivia, en la altura de Tiwanaku. “Mañana a las 9 A.M. Por la coca". Aceptamos.


Nos pasamos toda la noche analizando la manera de parar el equipo. "Esto es por el Diego" nos decíamos, tomando el encuentro como una revancha de aquel fatídico 6-1, mientras coreábamos himnos y marchas patrióticas, desde la Marcha de Malvinas hasta la del Combate de San Lorenzo (mi favorita).

Nos levantamos con mucha motivación. Los ocho muchachos del grupo llegamos al terreno de juego tras desayunar cafés y sánguches de huevo frito (combinación letal, también típica en la región). Freddy vive en frente de la cancha en cuestión; al vernos llegar salió con la pelota y su equipo. Sólo eran 4, por lo que hicimos un mezclado: 6 contra 6. De todas formas lo tomamos como un Argentina - Bolivia. Estos fueron los equipos:

Bolivia: Freddy y sus tres compatriotas, más Pezu y Sam.
Argentina: Frodo, Chiqui, List, Talo, el Hippie y yo.

El partido fue muy parejo e intenso. Me consagré como “el sucesor del Bati” al anotar 3 goles que le dieron la ventaja parcial a los míos. Llegamos a situarnos 4-2 en el marcador, y nos manteníamos firmes con Frodo en el arco (conformado éste por dos pilas de ropa), “la muralla” List y Chiqui en el fondo, Talo como armador y el Hippie y yo en la ofensiva… pero los más de 3800 msnm de Tiwanaku comenzaron a pesar sobre nuestros organismos. En un abrir y cerrar de pestañas nos igualaron 4-4. "Gol gana" sentenciamos, dado el cansancio y la proximidad de un micro a La Paz que algunos de los pibes pensaban tomarse. Todas las energías invertidas parecían esfumarse: ellos, sin padecer tanto como nosotros el cansancio de la altura (eran cuatro bolivianos que vivían en frente de la cancha, Sam, que es salteño y Pezu, que corre como Carles Puyol) tenían mucho más resto. Tras el empate sacamos del medio. Recibió Frodo (la "Brujita" Stamboni) en el fondo, levantó la cabeza y lanzó un pelotazo. Por dentro pensé "¿qué hace este boludo? ninguno de nosotros puede correr esa pelota". Vi pasar el esférico por encima de mí, y comprendí que no se trataba de ningún pase. Casi en cámara lenta apreciamos cómo el balón se colaba en el ángulo izquierdo del arquero. Golazo de atrás de mitad de cancha, festejo desmedido, ovación, vuelta olímpica y avalancha. 5-4 para Argentina, alegría y cansancio extremos. Freddy cumplió su palabra y nos compró unas gaseosas para rehidratar nuestros organismos.

Pasamos nuestra última tarde en Tiwanaku merodeando las ruinas. Nos colamos, pero vino un
guardia a pedirnos una coima para dejarnos permanecer allí. Como no percibí una buena energía en el lugar, cercado por un horrible alambrado, preferí retirarme, rechazando la cordial propuesta del guardia.



miércoles, 11 de enero de 2012

Viaje 2012 IV: La Paz y Sorata

Después de escribir la última entrada el pasado 6 de enero, me dirigí con List, Franco y Pablo (alias Legolas, Frodo y Sam, más Aragorn, es decir, quien escribe), al centro de La Paz para buscar con qué alimentar nuestros organismos. En esa búsqueda conocimos a Macorio, un simpático hombre que cubre su rostro con un barbijo mientras vende pizzas cocinadas en el momento en su horno transportable. Con él mantuvimos una interesante charla acerca del pasado, presente y futuro de Bolivia. El hombre se mostraba esperanzado con la gestión de Evo, y nombró varias medidas que su gobierno viene realizando. También dijo que van a recuperar la porción de costa pacífica que Chile “les robó” en el siglo XIX.

Foto: Franco Stamboni Day

Después de cenar las pizzas de Macorio, más salchichas y salchipapas (delicada combinación de salchichas y papas con aderezo y picante a gusto, comida característica de la región), nos metimos en un antro espantoso decorado con luces de arbolito de navidad y tomamos unas cervezas. Salimos del antro algo alegres y nos mandamos para la Plaza Murillo (plaza principal de La Paz, donde se encuentra la Casa de Gobierno). Notamos que había una especie de operativo, conformado por varios policías que custodiaban la puerta, una moto negra que parecía una nave espacial, y varios coches de vidrios polarizados con la leyenda “Servicio Presidencial”, etc., de modo que nos sentamos en la plaza y esperamos que Evo saliera. Era ya de madrugada y nos preguntábamos para qué carajo podría o querría salir el presidente en ese momento. Pero tras una prolongada aunque no desagradable espera, eso que parecía un mero delirio de borrachos aconteció: Evo salió de la Casa de Gobierno custodiado por unos gendarmes. Nosotros, cuatro gringos borrachos, lo saludamos y vitoreamos fervorosamente. En la plaza no había nadie más. Evo levantó su brazo y nos saludó sonriendo. Evo nos saludó sonriendo. A nosotros. Lo habíamos conseguido. Habíamos visto a Evo.

viernes, 6 de enero de 2012

Viaje 2012 III: Yavi y el tren de Bolivia

El ahora grupo de diez personas (tras el regreso de Pato) decidió fragmentarse en base a las diferentes expectativas de cada uno. Así, mientras los brasileros se fueron a Potosí y los quilmeños a Uyuni, List y yo decidimos aprovechar estos días para recorrer lugares que no conocimos durante el viaje pasado.


El martes cruzamos, sin hacer el papelerío correspondiente, la frontera argentino-boliviana. Villazón es la ciudad que se comunica con La Quiaca, y el único motivo por el que un viajero puede querer permanecer algo de tiempo en ella es por su enorme feria de precios bajos.


Compré pasajes de tren Villazón-Oruro para viajar el jueves. Teniendo dos días de margen, volvimos al territorio argentino y nos fuimos todos juntos para Yavi, pueblo donde pareciera que nunca ocurre nada (he ahí el encanto). Para llegar a éste hay que tomarse una combi desde La Quiaca y recorrer por ruta los 16 km de distancia entre ambos puntos. Resultó ser que nos subimos a una camionetita que a mitad de camino se desvió de la ruta y nos dejó en medio de una villa de las afueras de La Quiaca sin dar mayores explicaciones. Los conductores nos dijeron que esperásemos allí, que en seguida volvían, y nos pidieron que les pagáramos los pasajes. Claro está que no les hicimos caso, ya que no teníamos motivos por los que confiar en ellos. Así, emprendimos una caminata de regreso a La Quiaca que nos llevó media hora. Luego nos tomamos dos remises a Yavi y estuvo todo pipí cucú.


En Yavi pasamos un tiempo muy tranquilo, entre sus callecitas de piedra y sus casas de adobe. Hicimos una caminata de una hora por el río para llegar a una cascada, y luego volvimos por el monte, abriéndonos camino cual Indiana Jones. Las dos noches las pasamos viendo las estrellas en el mirador.


martes, 3 de enero de 2012

Viaje 2012 II: Jujuy

El 30 de diciembre visitamos el Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta, en el que se exponen las famosas momias de los tres niños incas encontradas en 1999. Tuvimos ocasión de ver una de las momias (nunca exponen más de una simultáneamente), y de interiorizarnos un poco acerca de los por qués y los cómos de los sacrificios humanos que realizaban los incas. Fue una sensación extraña. Las investigaciones pueden arrojar luz sobre la idiosincrasia de dichos sacrificios pero, más allá de eso, se está exponiendo como si fuera un trofeo (y con fines intencionalmente turísticos) el cuerpo de tres niños que fueron sacrificados en el marco de una ofrenda a la Pachamama. Y si tenemos en cuenta que estas investigaciones están encabezadas por científicos estadounidenses y la National Geographic...

Por la tarde nos dividimos en grupos para emprender a dedo el trayecto que va de la ciudad de Salta a San Salvador de Jujuy. Nos atrincheramos en una YPF en la salida de la ciudad, y después de un rato Chiqui y yo nos subimos a un auto con el que recorrimos los 30 kilómetros que hay hasta Güemes. Allí estuvimos bastante tiempo en otra YPF, esta vez en medio de la nada misma, siendo azotados por el viento furioso y el sol radiante del mediodía salteño. Luego de aproximadamente una hora allí, un camionero que se presentó como Robert nos levantó.