El verano anterior a la apertura de "Los interludios del silencio" realicé mi primer viaje al Noroeste Argentino. El mismo continuó por la Bolivia andina y culminó en la Ciudad Sagrada de Machu Picchu, tras 2 meses de peregrinación.
Las líneas que siguen son las señales de vida que le brindé a mis seres queridos durante el viaje. No hay corrección de texto ni un impulso original por parte del mismo de ser publicado; se trata íntegramente de un conjunto de e-mails escritos a las apuradas en locutorios aparecidos a la vera de la ruta, en medio de la vorágine de los kilómetros que se sucedían presurosos a lo largo del camino. A pesar de ello, configuran el eslabón previo, la semilla fecundada, el impulso comunicacional que poco tiempo después me llevó a abrir este blog y a compartir mis relatos de viaje con el resto del mundo.
Al inicio de la travesía, el grupo estuvo conformado por Paula, Flor,
Camille, Nico [El Búlgaro], Nico [El Francés] y List. En el norte argentino nos acoplamos a Alej, Fabi [El Líder] y Vanesa. Desde que cruzamos
a Bolivia y hasta el Machu Picchu (y el posterior regreso a Buenos Aires), el viaje fue un
dueto junto a mi eterno compañero de aventuras, el Negro List.
Camino del Choro, Bolivia
14/01/2011
El viaje hasta aquí
Buenas, estoy en un cyber en la terminal de ómnibus de San Martín de Tucumán. Vinimos a comprar unas cosas y aprovecho para escribirles...
Les cuento que el viaje en tren duró 26 horitas. La clase turista (en la que viajé por $38) básicamente consiste en un montón de gente apretada en asientos no-reclinables y gritos de niños todo el tiempo. A lo largo del viaje nos tiraron piedras varias veces. Como esto es un hecho recurrente, la empresa decidió poner unos plásticos a modo de protectores para garantizar la seguridad de los pasajeros (después de que le volaran un ojo a una señora, hace unos meses)...
Entonces, llegamos el martes al mediodía a San Miguel y allí nos recibió la tía de Flor y nos llevó a su casa (a unos kms de la capital). Desde ese día hasta hoy estuvimos ahí. Es una casa muy humilde, tienen cerdos, patos, gallinas, perros, gatos, un horno de barro, una pelopincho y muy buen humor. Los chicos de la casa (sons 6 los hijos de Marcela, la tía) tienen la particularidad de nunca parar de hablar, con ese acento tucumano que por momentos no se entiende. A uno de ellos le dicen, justamente por su verborrea, "picudo". Nosotros lo re-bautizamos "pijudo".
Estamos bien acá. Tenemos alojamiento y comida gratis; ya nos estamos sintiendo unas larvas. El día que llegamos nos recibieron con un asado y pollo a la mostaza, y a lo largo de estos días comimos tortilla tucumana, locro, empanadas, etc.
En cuanto a San Miguel, no hay mucho para hacer... (Visitamos la Casa de Tucumán...) Nos quedamos todo este tiempo por vagancia y comodidad, y porque Paula se insoló y no pudimos partir hoy. Todos estos días estuvimos caminando mucho bajo el rayo del sol; el calor es insoportable. El otro día en San Miguel el cartel marcaba 38º...
Mañana a las 7 A.M. sale nuestro micro a El Mollar, que es el primer pueblo que comprende los llamados "Valles Calchaquíes". De ahí la idea es hacer dedo recorriendo pueblo por pueblo, aunque Marcela intenta convencernos de cambiar de idea ya que lo del autostop es "peligroso y poco viable".
En fin, por ahora todo marcha bien y esperemos que lo que viene sea mejor aún!
Participando activamente del Congreso de Tucumán junto a List
25/01/2011
El viaje hasta aquí II
Hola! Escribo desde Tilcara para contarles que todo anda bien. No tengo tiempo para hacer un recuento extensivo de lo acontecido desde aquel mail de hace unos días hasta hoy, pero estuvimos en muchos lugares y muy lindos. Pasamos por El Mollar, Tafí del Valle, Amaicha del Valle (Tucumán), Cafayate, Alemanía, Salta, desde ahí hicimos dedo con List hasta Jujuy y de ahí nos tomamos un micro por $12 a Purmamarca, estuvimos 2 o 3 días allí y hoy llegamos a Tilcara...
El sábado se vuelven a Bs As nuestros compañeros de viaje. A partir de ese día vamos a quedar solos List y yo, con Bolivia por delante y con Machu Picchu como objetivo.
Ruinas Quilmes
29/01/2011
Hoy cruzamos por La Quiaca a Villazón (Bolivia). Solo quedamos List y yo y paramos en un hostel para descansar un poco y pensar bien el camino que vamos a seguir. Según lo que estuvimos hablando, los lugares que recorreríamos serían: Tupiza, Uyuni, Potosí, Oruro, La Paz, Coroico, Sorata, Copacabana. Y de allí a Cuzco, si todo va bien. Calculamos volver a Bs As entre el 20 y 25 de febrero.
Al cruzar a Bolivia todo cambia repentinamente: está lleno de gente vestida de colores llamativos, gente y feria y música y todos a los gritos y regateando precios y además hoy hay fiesta.
Así que todo está bien, ahora vamos a cenar y espero poder ver el partido de Boca.
Tout en haut, Purmamarca
01/02/2011
Bolivia nos recibió con sus micros pedorrísimos y sus caminos de ripio peligrosísimos. Ayer salimos de Tupiza a las 18:30, debíamos llegar a Uyuni a eso de las 24 hs (200 km de distancia) y llegamos a las 10 de la mañana de hoy. Estuvimos como 8 horas parados esperando a que bajara un río que había crecido e "imposibilitaba el paso". Así que un viaje que debía durar unas 6 horas duró como 17. Tremendo. Encima el chofer, en vez de intentar solucionar el asunto, se tiró a dormir en los asientos del fondo del micro.
Mañana vamos a iniciar una excursión de 3 días y 2 noches en el Salar de Uyuni, la planicie de sal más extensa del mundo. Vamos a ir List, una chica brasilera que conocimos (que está viajando sola desde hace más de 40 días) y yo. Esta excursión incluye pasar una noche en un hotel de sal, una visita a una laguna con flamencos y una ida a unas aguas termales cercanas a un volcán, entre otras. El viernes, cuando volvamos del paseo, tomaremos un micro hacia Potosí y continuaremos el ascenso hacia Machu Picchu.
Salar de Uyuni
05/02/2011
desde la ciudad más alta del mundo
Les mando unas fotos para que vean que estamos alimentándonos correctamente y subiendo montañas peligrosísimas, como god manda. Fíjense que en mi perfil de Facebook hay muchas más fotos del norte de Argentina, que fueron subiendo los chicos (que ya volvieron a Buenos Aires).
Ahora estamos List y yo solos (Bah, en realidad todo el tiempo vamos conociendo gente y nos vamos uniendo y desuniendo con muchas personas de muchos lugares diferentes), y hoy llegamos a Potosí, la ciudad más alta del mundo (más de 4000 msnm). En este momento son casi las 11 AM y estoy vestido con remera, remera de manga larga y 2 pulóveres. Debido a la altura hace un frío bárbaro. Acá es todo muy barato y dormir en un hostel cuesta más o menos lo mismo que dormir en un camping en el norte (entre 10 y 15 pesos argentinos). Anoche dormimos en el micro.
Potosí es muy muy pintoresco, y hay muchas cosas para hacer. Creo que hasta el lunes vamos a estar acá, y ahí agarraremos rumbo hacia La Paz. Los últimos tres días estuvimos viajando en un tour que nos llevó al Salar de Uyuni, y después nos acercamos al límite con Chile y visitamos una zona volcánica plagada de géyseres, unas aguas termales y varias lagunas llenas de flamencos. Fue medio raro hacer el tour, porque fue caro (más de 100 dólares cada uno) y estaba lleno de gringos (excepto nuestro grupo; 5 argentinos 1 tano y 1 brasilera), pero visitamos lugares que de otro modo hubiera resultado imposible. Anduvimos por caminos invisibles (sólo el conductor los conocía) y, por momentos, a más de 5000 msnm.
Ahora me voy a la cancha a ver al Real Potosí vs La Paz FC. Vamos a ver qué onda el fútbol boliviano!
Minas de Potosí
08/02/2011
ahora en La Paz
Hoy llegamos bien temprano a La Paz. Perdí mis lentes y estuve medio descompuesto, pero vamos que se puede!
Vamos a quedarnos acá unos días y después haremos el "Camino del Choro". Son 3 días de caminata. Primero a 4700 msnm, montañas nevadas y falta de oxígeno, luego tooodo en bajada hasta llegar a Coroico, a unos 1750 msnm. Se atraviesa la yunga boliviana, los paisajes son increíbles.
Después nos quedaría Copacabana, Tiwanaku y poco más en este país. Luego es Machu Picchu y el retorno.
PD: Ah, el camino se suele hacer con guía pero es carísimo. Vamos a hacerlo solari, yo creo que no habrá problema. No os preocupeis!
Calle de las Brujas, La Paz
18/02/2011
después de El Choro
Acabamos de llegar a Coroico, pueblo situado a 70 km de La Paz, en plena yunga boliviana.
Estuvimos durante 4 días absolutamente incomunicados con el resto del mundo, haciendo ese camino inca llamado "El Choro". Lo hicimos junto a Wilson y Carina, una pareja de brasileros oriundos de San Pablo muy muy simpática que conocimos en el hostel de La Paz.
Comenzamos con nieve hasta las rodillas, a casi 5000 msnm. Luego pasamos a un a una zona de valle que traía a nuestras mentes la reminiscencia de Machu Picchu, con montañas similares, nubes a baja altura y construcciones de piedra muy parecidas.
Toda la gente que vive en el camino es descendiente de pueblos originarios. De hecho, en un pueblito llamado Challapampa (donde hay 3 casas y un puente colgante, nada más) conocimos a una señora de 70 años llamada Juana que solamente hablaba aymara (casi nada de español). Con esta señora se dio una situación muy divertida: Resulta ser que en su hogar había un pequeño gatito negro muy cariñoso. Después de jugar un poco con él, y mientras cocinaba unos fideos, le pregunté a ella "¿cómo se llama?", a lo que me respondió "YAYITA KMONE". A partir de ahí, empezamos a llamar de esa manera un tanto complicada al gatito. Un rato más tarde llegó un guía aymara-parlante, que estaba con dos francesas. Entonces saltó el error... El guía nos dijo que "YAYITA KMONE" significa en aymara algo así como "el gato sólo quiere galletas"... Es decir, la señora simplemente me estaba tratando de decir que el gato no quería la comida que estábamos preparando... De hecho, ¡el animalito ni siquiera tenía nombre! De todas formas, yo ya decidí cómo llamaré a mi próximo gato...
Bueno, después nos adentramos de lleno en la yunga boliviana. Mucha vegetación, cascadas inmensas, ríos, toros, vacas, caballos, bichos varios y mucho cansancio. Fueron 4 días de caminar y caminar con nuestras mochilas pesadas a cuestas. Acá el cyber es caro y aún no sabemos dónde dormiremos, por lo que me retiro.
Vuelvo en una semana, aprox.
List, desafiando a la muerte con calzado infalible
25/02/2011
Copacabana
Los últimos días no emití señales de vida porque el cyber acá es carísimo. Pero hoy partimos hacia la Isla del Sol, por lo que es un gasto necesario el escribirle a las gentes.
Les cuento que estuvimos unos 5 días en Copacabana. Conseguímos laburo en un restaurant. Trabajé 2 días como volantero y mozo en uno llamado "El Castillo", a muy pocos metros del lago Titicaca. Mejor que volantear en Rivadavia, ¿no? Pude disfrutar del atardecer en el lago sagrado mientras hacía mi faena. Entre la paga y las propinas, junté 160 bs, lo cual me alcanza para financiar el transporte ida y vuelta a Cuzco. Además me dieron todas las comidas, por lo que tuve 0 gastos. Estamos parando en un hostel por 5 bs (algo así como $3). Habitaciones compartidas. Está lleno de gente que hace circo, teatro, malabares, música, artesanías... y mucho latinoamericano. Por las noches siempre se arman guitarreadas, con charangos bombos e incluso ayer un KAZÚ! Conocimos allí a Imran, un bengalí (oriundo de Bangladesh) que está viajando por Latinoamérica solo desde hace 9 meses. Muy macanudo!
Vamos a pasar el fin de semana a la Isla el Sol, donde dicen que por la noche chorean, pero bueno... Son riesgos que hemos de correr. El domingo partiremos hacia Cuzco, para amanecer allí el lunes. Estaremos toda la semana en dicha ciudad, intentaremos conocer Machu Picchu (algunas personas nos dijeron que estaba cerrado, aunque creo que lo que está cerrado es el Camino del Inca. ya veremos) y luego comenzaremos el operativo retorno.
Espero llegar el domingo 6 de marzo a Buenos Aires.
Saludos pour tout le monde!
Alvar, vuestro aplicado chico trabajador, desde Copacabana (un pie en Bolivia y otro en Perú)
Lago Titicaca
01/03/2011
llegamos a Cuzco
Después de dos noches en la espectacular Isla del Sol, arribamos hoy día a la madrugada a Cuzco. Por primera vez estamos pisando suelo peruano, y ahora el grupo está conformado por:
- Imran, el bengalí viajero que quiere laburar y ahorrar para comprar su pasaje de vuelta a Londres
- Yazmín, chica peruana que conocimos en Copacabana. Hace artesanías y malabares y esas cosas
- Eliseo y Sandra, una pareja de tucumanos que estudia teatro en San Miguel
- List y yo, los jetones de siempre
Fue linda la experiencia de dormir 8 monos en una habitación minúscula en Copacabana. Conocimos mucha gente copada (como la que viaja con nosotros ahora), entablamos relaciones que seguramente perdurarán después del viaje. También tiene su dejo de nostalgia. Uno comienza a encariñarse con un lugar, una gente, un ambiente, y en seguida tiene que continuar su camino y desprenderse de todo.
Les mando un saludo a todos, creo que estaremos en Bs As el martes o el miércoles que viene.
Plaza de Armas, Cuzco
05/03/2011
Machu Picchu
Llegamos a la culminación de nuestro viaje, a La Meca de las mochilas. Machu Picchu se abrió ante nosotros "como hacen las flores en la primavera", como canta Yayo con su Cuarteto Obrero. Pero, antes de eso... casi perdemos la vida.
En el viaje de Cusco a Santa María (pueblo por el que se debe pasar para llegar a Machu Picchu) el micro venía rápido, el camino estaba mojado y serpenteábamos por la cornisa. Con List intentábamos dormir, pero cuando nos dimos cuenta toda la gente gritaba y el vehículo se inclinaba hacia la derecha; chocamos contra el cerro. Durante unos cuantos metros el costado del bus se tragó a las piedras. En el momento pensé que nos matábamos; abracé a List y dije "hasta acá llegamos". El precipicio sonreía a nuestra izquierda y, si el chofer perdía el control del micro, era muy fácil que cayéramos por allí. Pero, AFORTUNADAMENTE, no pasó de ser más que un susto. El tipo pudo frenar, y todos los pasajeros bajamos, aunque algo trastornados. Estuvimos como una hora bajo la lluvia esperando a que sacaran el micro, cuyas ruedas derechas se habían estancado en una especie de canaleta para el agua entre la ruta y el cerro. Obviamente, el resto del viaje lo vivimos con el culo entre las patas. Y, temblorosos, llegamos a Santa María.
De allí un tipo nos llevó hasta Santa Teresa, otro pueblo intermedio. El camino estaba complicado. Otra vez serpenteábamos con el abismo a nuestro costado, pero esta vez el camino era de barro y habían derrumbes debido a las lluvias. Incluso desde Santa María nos dijeron que era IMPOSIBLE pasar. Pero, gracias a la osadez del conductor, y tras varias patinadas y algunos empujones a la 4x4, llegamos.
En Santa Teresa subimos a otro auto, que nos llevó a la hidroeléctrica. Desde la hidroeléctrica no hay más opción que caminar y caminar por las vías del tren; no hay carretera para vehículos. Compartimos el viaje con dos japoneses, ella de Tokio y él de Okinawa. Conversamos durante el trayecto con ellos, más que nada en inglés (¡una gran oportunidad para practicar!). Tras unas 2h30/3h alumbrándonos con linternas e hinchándonos los tobillos bajo el peso de nuestras mochilas, desembarcamos en Aguas Calientes a eso de las 23 hs.
Aguas Calientes es el nombre del pueblo donde está ubicado Machu Picchu. Obviamente, como está lleno de turistas gringos y japoneses bañados en guita, todo es MUY caro. Buscamos el lugar más barato posible para pasar la noche y nos despertamos a las 4 A.M. para iniciar el ascenso a la Ciudad Sagrada. Sin embargo, nos demoramos bastante ya que no habíamos comprado el ticket de entrada. Tuvimos que esperar a que abriera la boletería (en el centro de Aguas Calientes), cambiar dólares por soles, hacer la fila... en fin, pudimos arrancar el ascenso recién a las 6 A.M. Otra vez a caminar: 1h30 desde el pueblo hasta la entrada a la Ciudad Sagrada. Habíamos dormido sólo 4 hs y cada vez se sentía más el cansancio acumulado durante los más de 50 días de viaje. Pero teníamos fuerzas vaya a saber uno de dónde, y yo tenía esa extraña sensación de estar llegando al final de algo grande. Los buses pasaban a nuestro costado, transportando a aquellos afortunados poseedores de U$S 8 que no precisaban caminar como nosotros.
Tras toda esa extenuante subida, durante la cual nos hidratamos con una botellita de agua que encontramos tirada en el camino, llegamos a la entrada. Nuestra peregrinación llegaba a su fin: estábamos en Machu Picchu.
Casi nos caemos de culo cuando entramos y vimos todas esas construcciones de más de 500 años de antigüedad. Fue raro estar ahí, tanto tiempo de espera, tantas veces que lo habíamos imaginado... y fue espectacular. Primero subimos al Huayna Picchu, desde donde tuvimos una vista panorámica de toda la ciudad. Otra vez exigimos a nuestras piernas, ya que fue bastante caminata y en subida. Desde allí visitamos la Gran Caverna y el Templo de la Luna, lugares a los que no va tanta gente debido a que implican 2h30 de caminata y a que el acceso diario al Huayna es restringido.
Luego volvimos a la Ciudad e iniciamos un tour de 2h30 con un guía. Es imprescindible hacerlo, creo yo, ya que de lo contrario uno ve un montón de piedras bonitas pero no le encuentra el significado. Con el guía fuimos al bendito lugar desde el que se toma la típica foto de la Ciudad Sagrada. Recorrimos los lugares más importantes y nos habló de historia. Nos contó que las 700 u 800 personas que habitaban Machu Picchu a la llegada de los españoles (circa 1535) huyeron selva adentro. La hipótesis es que se establecieron en una zona donde construyeron OTRA ciudad pero, al día de hoy, ésta no ha sido encontrada. La experiencia fue inolvidable, y la volvería a hacer. La entrada es muy cara (U$S 45 para adultos, la mitad para estudiantes), pero se justifica totalmente. En fin, ya con bastante poco dinero, a la vuelta dormimos en la calle en Santa María ya que no llegamos a tomarnos el bus de vuelta a Cuzco. Comimos sánguches de tomate y palta y banana de postre. Fue una noche agradable, no hizo frío.
Ahora estamos en Cuzco, a punto de emprender el viaje de vuelta a Buenos Aires. Esta peregrinación de más de 1600 kms y casi dos meses de viaje que fue de San Miguel de Tucumán a la Ciudad Sagrada de Machu Picchu finaliza.
Nos fuimos como unos cualquiera y volvemos como unos héroes.
La Meca de las Mochilas
Post-scríptum: Al regresar de Machu Picchu nos enteramos de que en La Habana, a los 88 años de edad, había fallecido Alberto Granado. La noticia de la partida de ese ser humano, cuya historia había sido tan infinitamente inspiradora para nosotros, hizo sentirnos un poco más solos y tristes, como si de la ausencia de un amigo cercano se tratase. Casi seis décadas después de su aventura legendaria, en los callejones del "Ombligo del Mundo" los pasos inmortales de él y Fúser aún parecían resonar como un eco, señalándonos el camino y sembrando vida y esperanza a su alrededor... De esta forma, el primer atisbo de realización de nuestro Gran Sueño Latinoamericano culminaba en sintonía con el ocaso de uno de los protagonistas de su gestación.
Al verano siguiente repitiríamos a Tucumán como punto de partida para nuestras andanzas, que encontrarían en Quito su punto hiperbóreo. El relato de esta travesía, fundadora oficial de los relatos de viaje interlúdicos, lleva el nombre de Bordeando el Tahuantinsuyu y puede ser leído haciendo click aquí.