"Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Esos recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo, y esos recorro mirando, mirando sin aliento" Castaneda

lunes, 19 de octubre de 2015

2011 / Odisea Tucumán - Machu Picchu

El verano anterior a la apertura de "Los interludios del silencio" realicé mi primer viaje al Noroeste Argentino. El mismo continuó por la Bolivia andina y culminó en la Ciudad Sagrada de Machu Picchu, tras 2 meses de peregrinación.

Las líneas que siguen son las señales de vida que le brindé a mis seres queridos durante el viaje. No hay corrección de texto ni un impulso original por parte del mismo de ser publicado; se trata íntegramente de un conjunto de e-mails escritos a las apuradas en locutorios aparecidos a la vera de la ruta, en medio de la vorágine de los kilómetros que se sucedían presurosos a lo largo del camino. A pesar de ello, configuran el eslabón previo, la semilla fecundada, el impulso comunicacional que poco tiempo después me llevó a abrir este blog y a compartir mis relatos de viaje con el resto del mundo.

Al inicio de la travesía, el grupo estuvo conformado por Paula, Flor, Camille, Nico [El Búlgaro], Nico [El Francés] y List. En el norte argentino nos acoplamos a Alej, Fabi [El Líder] y Vanesa. Desde que cruzamos a Bolivia y hasta el Machu Picchu (y el posterior regreso a Buenos Aires), el viaje fue un dueto junto a mi eterno compañero de aventuras, el Negro List.

Camino del Choro, Bolivia

14/01/2011
El viaje hasta aquí

Buenas, estoy en un cyber en la terminal de ómnibus de San Martín de Tucumán. Vinimos a comprar unas cosas y aprovecho para escribirles...

Les cuento que el viaje en tren duró 26 horitas. La clase turista (en la que viajé por $38) básicamente consiste en un montón de gente apretada en asientos no-reclinables y gritos de niños todo el tiempo. A lo largo del viaje nos tiraron piedras varias veces. Como esto es un hecho recurrente, la empresa decidió poner unos plásticos a modo de protectores para garantizar la seguridad de los pasajeros (después de que le volaran un ojo a una señora, hace unos meses)...

Entonces, llegamos el martes al mediodía a San Miguel y allí nos recibió la tía de Flor y nos llevó a su casa (a unos kms de la capital). Desde ese día hasta hoy estuvimos ahí. Es una casa muy humilde, tienen cerdos, patos, gallinas, perros, gatos, un horno de barro, una pelopincho y muy buen humor. Los chicos de la casa (sons 6 los hijos de Marcela, la tía) tienen la particularidad de nunca parar de hablar, con ese acento tucumano que por momentos no se entiende. A uno de ellos le dicen, justamente por su verborrea, "picudo". Nosotros lo re-bautizamos "pijudo".

Estamos bien acá. Tenemos alojamiento y comida gratis; ya nos estamos sintiendo unas larvas. El día que llegamos nos recibieron con un asado y pollo a la mostaza, y a lo largo de estos días comimos tortilla tucumana, locro, empanadas, etc.

En cuanto a San Miguel, no hay mucho para hacer... (Visitamos la Casa de Tucumán...) Nos quedamos todo este tiempo por vagancia y comodidad, y porque Paula se insoló y no pudimos partir hoy. Todos estos días estuvimos caminando mucho bajo el rayo del sol; el calor es insoportable. El otro día en San Miguel el cartel marcaba 38º...

Mañana a las 7 A.M. sale nuestro micro a El Mollar, que es el primer pueblo que comprende los llamados "Valles Calchaquíes". De ahí la idea es hacer dedo recorriendo pueblo por pueblo, aunque Marcela intenta convencernos de cambiar de idea ya que lo del autostop es "peligroso y poco viable".

En fin, por ahora todo marcha bien y esperemos que lo que viene sea mejor aún!

Participando activamente del Congreso de Tucumán junto a List


25/01/2011
El viaje hasta aquí II

Hola! Escribo desde Tilcara para contarles que todo anda bien. No tengo tiempo para hacer un recuento extensivo de lo acontecido desde aquel mail de hace unos días hasta hoy, pero estuvimos en muchos lugares y muy lindos. Pasamos por El Mollar, Tafí del Valle, Amaicha del Valle (Tucumán), Cafayate, Alemanía, Salta, desde ahí hicimos dedo con List hasta Jujuy y de ahí nos tomamos un micro por $12 a Purmamarca, estuvimos 2 o 3 días allí y hoy llegamos a Tilcara...

El sábado se vuelven a Bs As nuestros compañeros de viaje. A partir de ese día vamos a quedar solos List y yo, con Bolivia por delante y con Machu Picchu como objetivo.

Ruinas Quilmes


29/01/2011

Hoy cruzamos por La Quiaca a Villazón (Bolivia). Solo quedamos List y yo y paramos en un hostel para descansar un poco y pensar bien el camino que vamos a seguir. Según lo que estuvimos hablando, los lugares que recorreríamos serían: Tupiza, Uyuni, Potosí, Oruro, La Paz, Coroico, Sorata, Copacabana. Y de allí a Cuzco, si todo va bien. Calculamos volver a Bs As entre el 20 y 25 de febrero.

Al cruzar a Bolivia todo cambia repentinamente: está lleno de gente vestida de colores llamativos, gente y feria y música y todos a los gritos y regateando precios y además hoy hay fiesta.
Así que todo está bien, ahora vamos a cenar y espero poder ver el partido de Boca.

Tout en haut, Purmamarca


01/02/2011

Bolivia nos recibió con sus micros pedorrísimos y sus caminos de ripio peligrosísimos. Ayer salimos de Tupiza a las 18:30, debíamos llegar a Uyuni a eso de las 24 hs (200 km de distancia) y llegamos a las 10 de la mañana de hoy. Estuvimos como 8 horas parados esperando a que bajara un río que había crecido e "imposibilitaba el paso". Así que un viaje que debía durar unas 6 horas duró como 17. Tremendo. Encima el chofer, en vez de intentar solucionar el asunto, se tiró a dormir en los asientos del fondo del micro.

Mañana vamos a iniciar una excursión de 3 días y 2 noches en el Salar de Uyuni, la planicie de sal más extensa del mundo. Vamos a ir List, una chica brasilera que conocimos (que está viajando sola desde hace más de 40 días) y yo. Esta excursión incluye pasar una noche en un hotel de sal, una visita a una laguna con flamencos y una ida a unas aguas termales cercanas a un volcán, entre otras. El viernes, cuando volvamos del paseo, tomaremos un micro hacia Potosí y continuaremos el ascenso hacia Machu Picchu.

 Salar de Uyuni


05/02/2011
desde la ciudad más alta del mundo‏

Les mando unas fotos para que vean que estamos alimentándonos correctamente y subiendo montañas peligrosísimas, como god manda. Fíjense que en mi perfil de Facebook hay muchas más fotos del norte de Argentina, que fueron subiendo los chicos (que ya volvieron a Buenos Aires).

Ahora estamos List y yo solos (Bah, en realidad todo el tiempo vamos conociendo gente y nos vamos uniendo y desuniendo con muchas personas de muchos lugares diferentes), y hoy llegamos a Potosí, la ciudad más alta del mundo (más de 4000 msnm). En este momento son casi las 11 AM y estoy vestido con remera, remera de manga larga y 2 pulóveres. Debido a la altura hace un frío bárbaro. Acá es todo muy barato y dormir en un hostel cuesta más o menos lo mismo que dormir en un camping en el norte (entre 10 y 15 pesos argentinos). Anoche dormimos en el micro.

Potosí es muy muy pintoresco, y hay muchas cosas para hacer. Creo que hasta el lunes vamos a estar acá, y ahí agarraremos rumbo hacia La Paz. Los últimos tres días estuvimos viajando en un tour que nos llevó al Salar de Uyuni, y después nos acercamos al límite con Chile y visitamos una zona volcánica plagada de géyseres, unas aguas termales y varias lagunas llenas de flamencos. Fue medio raro hacer el tour, porque fue caro (más de 100 dólares cada uno) y estaba lleno de gringos (excepto nuestro grupo; 5 argentinos 1 tano y 1 brasilera), pero visitamos lugares que de otro modo hubiera resultado imposible. Anduvimos por caminos invisibles (sólo el conductor los conocía) y, por momentos, a más de 5000 msnm.
Ahora me voy a la cancha a ver al Real Potosí vs La Paz FC. Vamos a ver qué onda el fútbol boliviano!

 Minas de Potosí


08/02/2011
ahora en La Paz

Hoy llegamos bien temprano a La Paz. Perdí mis lentes y estuve medio descompuesto, pero vamos que se puede!

Vamos a quedarnos acá unos días y después haremos el "Camino del Choro". Son 3 días de caminata. Primero a 4700 msnm, montañas nevadas y falta de oxígeno, luego tooodo en bajada hasta llegar a Coroico, a unos 1750 msnm. Se atraviesa la yunga boliviana, los paisajes son increíbles.

Después nos quedaría Copacabana, Tiwanaku y poco más en este país. Luego es Machu Picchu y el retorno.

PD: Ah, el camino se suele hacer con guía pero es carísimo. Vamos a hacerlo solari, yo creo que no habrá problema. No os preocupeis!

 Calle de las Brujas, La Paz


18/02/2011
después de El Choro

Acabamos de llegar a Coroico, pueblo situado a 70 km de La Paz, en plena yunga boliviana.
Estuvimos durante 4 días absolutamente incomunicados con el resto del mundo, haciendo ese camino inca llamado "El Choro". Lo hicimos junto a Wilson y Carina, una pareja de brasileros oriundos de San Pablo muy muy simpática que conocimos en el hostel de La Paz.

Comenzamos con nieve hasta las rodillas, a casi 5000 msnm. Luego pasamos a un a una zona de valle que traía a nuestras mentes la reminiscencia de Machu Picchu, con montañas similares, nubes a baja altura y construcciones de piedra muy parecidas.

Toda la gente que vive en el camino es descendiente de pueblos originarios. De hecho, en un pueblito llamado Challapampa (donde hay 3 casas y un puente colgante, nada más) conocimos a una señora de 70 años llamada Juana que solamente hablaba aymara (casi nada de español). Con esta señora se dio una situación muy divertida: Resulta ser que en su hogar había un pequeño gatito negro muy cariñoso. Después de jugar un poco con él, y mientras cocinaba unos fideos, le pregunté a ella "¿cómo se llama?", a lo que me respondió "YAYITA KMONE". A partir de ahí, empezamos a llamar de esa manera un tanto complicada al gatito. Un rato más tarde llegó un guía aymara-parlante, que estaba con dos francesas. Entonces saltó el error... El guía nos dijo que "YAYITA KMONE" significa en aymara algo así como "el gato sólo quiere galletas"... Es decir, la señora simplemente me estaba tratando de decir que el gato no quería la comida que estábamos preparando... De hecho, ¡el animalito ni siquiera tenía nombre!  De todas formas, yo ya decidí cómo llamaré a mi próximo gato...

Bueno, después nos adentramos de lleno en la yunga boliviana. Mucha vegetación, cascadas inmensas, ríos, toros, vacas, caballos, bichos varios y mucho cansancio. Fueron 4 días de caminar y caminar con nuestras mochilas pesadas a cuestas. Acá el cyber es caro y aún no sabemos dónde dormiremos, por lo que me retiro.

Vuelvo en una semana, aprox.

List, desafiando a la muerte con calzado infalible


25/02/2011
Copacabana

Los últimos días no emití señales de vida porque el cyber acá es carísimo. Pero hoy partimos hacia la Isla del Sol, por lo que es un gasto necesario el escribirle a las gentes.

Les cuento que estuvimos unos 5 días en Copacabana. Conseguímos laburo en un restaurant. Trabajé 2 días como volantero y mozo en uno llamado "El Castillo", a muy pocos metros del lago Titicaca. Mejor que volantear en Rivadavia, ¿no? Pude disfrutar del atardecer en el lago sagrado mientras hacía mi faena. Entre la paga y las propinas, junté 160 bs, lo cual me alcanza para financiar el transporte ida y vuelta a Cuzco. Además me dieron todas las comidas, por lo que tuve 0 gastos. Estamos parando en un hostel por 5 bs (algo así como $3). Habitaciones compartidas. Está lleno de gente que hace circo, teatro, malabares, música, artesanías... y mucho latinoamericano. Por las noches siempre se arman guitarreadas, con charangos bombos e incluso ayer un KAZÚ! Conocimos allí a Imran, un bengalí (oriundo de Bangladesh) que está viajando por Latinoamérica solo desde hace 9 meses. Muy macanudo!

Vamos a pasar el fin de semana a la Isla el Sol, donde dicen que por la noche chorean, pero bueno... Son riesgos que hemos de correr. El domingo partiremos hacia Cuzco, para amanecer allí el lunes. Estaremos toda la semana en dicha ciudad, intentaremos conocer Machu Picchu (algunas personas nos dijeron que estaba cerrado, aunque creo que lo que está cerrado es el Camino del Inca. ya veremos) y luego comenzaremos el operativo retorno.

Espero llegar el domingo 6 de marzo a Buenos Aires.

Saludos pour tout le monde!

Alvar, vuestro aplicado chico trabajador, desde Copacabana (un pie en Bolivia y otro en Perú)

Lago Titicaca


01/03/2011
llegamos a Cuzco

Después de dos noches en la espectacular Isla del Sol, arribamos hoy día a la madrugada a Cuzco. Por primera vez estamos pisando suelo peruano, y ahora el grupo está conformado por:

- Imran, el bengalí viajero que quiere laburar y ahorrar para comprar su pasaje de vuelta a Londres
- Yazmín, chica peruana que conocimos en Copacabana. Hace artesanías y malabares y esas cosas
- Eliseo y Sandra, una pareja de tucumanos que estudia teatro en San Miguel
- List y yo, los jetones de siempre
 
Fue linda la experiencia de dormir 8 monos en una habitación minúscula en Copacabana. Conocimos mucha gente copada (como la que viaja con nosotros ahora), entablamos relaciones que seguramente perdurarán después del viaje. También tiene su dejo de nostalgia. Uno comienza a encariñarse con un lugar, una gente, un ambiente, y en seguida tiene que continuar su camino y desprenderse de todo.
Les mando un saludo a todos, creo que estaremos en Bs As el martes o el miércoles que viene.

Plaza de Armas, Cuzco


05/03/2011
Machu Picchu

Llegamos a la culminación de nuestro viaje, a La Meca de las mochilas. Machu Picchu se abrió ante nosotros "como hacen las flores en la primavera", como canta Yayo con su Cuarteto Obrero. Pero, antes de eso... casi perdemos la vida.

En el viaje de Cusco a Santa María (pueblo por el que se debe pasar para llegar a Machu Picchu) el micro venía rápido, el camino estaba mojado y serpenteábamos por la cornisa. Con List intentábamos dormir, pero cuando nos dimos cuenta toda la gente gritaba y el vehículo se inclinaba hacia la derecha; chocamos contra el cerro. Durante unos cuantos metros el costado del bus se tragó a las piedras. En el momento pensé que nos matábamos; abracé a List y dije "hasta acá llegamos". El precipicio sonreía a nuestra izquierda y, si el chofer perdía el control del micro, era muy fácil que cayéramos por allí. Pero, AFORTUNADAMENTE, no pasó de ser más que un susto. El tipo pudo frenar, y todos los pasajeros bajamos, aunque algo trastornados. Estuvimos como una hora bajo la lluvia esperando a que sacaran el micro, cuyas ruedas derechas se habían estancado en una especie de canaleta para el agua entre la ruta y el cerro. Obviamente, el resto del viaje lo vivimos con el culo entre las patas. Y, temblorosos, llegamos a Santa María.

De allí un tipo nos llevó hasta Santa Teresa, otro pueblo intermedio. El camino estaba complicado. Otra vez serpenteábamos con el abismo a nuestro costado, pero esta vez el camino era de barro y habían derrumbes debido a las lluvias. Incluso desde Santa María nos dijeron que era IMPOSIBLE pasar. Pero, gracias a la osadez del conductor, y tras varias patinadas y algunos empujones a la 4x4, llegamos.

En Santa Teresa subimos a otro auto, que nos llevó a la hidroeléctrica. Desde la hidroeléctrica no hay más opción que caminar y caminar por las vías del tren; no hay carretera para vehículos. Compartimos el viaje con dos japoneses, ella de Tokio y él de Okinawa. Conversamos durante el trayecto con ellos, más que nada en inglés (¡una gran oportunidad para practicar!). Tras unas 2h30/3h alumbrándonos con linternas e hinchándonos los tobillos bajo el peso de nuestras mochilas, desembarcamos en Aguas Calientes a eso de las 23 hs.

Aguas Calientes es el nombre del pueblo donde está ubicado Machu Picchu. Obviamente, como está lleno de turistas gringos y japoneses bañados en guita, todo es MUY caro. Buscamos el lugar más barato posible para pasar la noche y nos despertamos a las 4 A.M. para iniciar el ascenso a la Ciudad Sagrada. Sin embargo, nos demoramos bastante ya que no habíamos comprado el ticket de entrada. Tuvimos que esperar a que abriera la boletería (en el centro de Aguas Calientes), cambiar dólares por soles, hacer la fila... en fin, pudimos arrancar el ascenso recién a las 6 A.M. Otra vez a caminar: 1h30 desde el pueblo hasta la entrada a la Ciudad Sagrada. Habíamos dormido sólo 4 hs y cada vez se sentía más el cansancio acumulado durante los más de 50 días de viaje. Pero teníamos fuerzas vaya a saber uno de dónde, y yo tenía esa extraña sensación de estar llegando al final de algo grande. Los buses pasaban a nuestro costado, transportando a aquellos afortunados poseedores de U$S 8 que no precisaban caminar como nosotros.

Tras toda esa extenuante subida, durante la cual nos hidratamos con una botellita de agua que encontramos tirada en el camino, llegamos a la entrada. Nuestra peregrinación llegaba a su fin: estábamos en Machu Picchu.

Casi nos caemos de culo cuando entramos y vimos todas esas construcciones de más de 500 años de antigüedad. Fue raro estar ahí, tanto tiempo de espera, tantas veces que lo habíamos imaginado... y fue espectacular. Primero subimos al Huayna Picchu, desde donde tuvimos una vista panorámica de toda la ciudad. Otra vez exigimos a nuestras piernas, ya que fue bastante caminata y en subida. Desde allí visitamos la Gran Caverna y el Templo de la Luna, lugares a los que no va tanta gente debido a que implican 2h30 de caminata y a que el acceso diario al Huayna es restringido.

Luego volvimos a la Ciudad e iniciamos un tour de 2h30 con un guía. Es imprescindible hacerlo, creo yo, ya que de lo contrario uno ve un montón de piedras bonitas pero no le encuentra el significado. Con el guía fuimos al bendito lugar desde el que se toma la típica foto de la Ciudad Sagrada. Recorrimos los lugares más importantes y nos habló de historia. Nos contó que las 700 u 800 personas que habitaban Machu Picchu a la llegada de los españoles (circa 1535) huyeron selva adentro. La hipótesis es que se establecieron en una zona donde construyeron OTRA ciudad pero, al día de hoy, ésta no ha sido encontrada. La experiencia fue inolvidable, y la volvería a hacer. La entrada es muy cara (U$S 45 para adultos, la mitad para estudiantes), pero se justifica totalmente. En fin, ya con bastante poco dinero, a la vuelta dormimos en la calle en Santa María ya que no llegamos a tomarnos el bus de vuelta a Cuzco. Comimos sánguches de tomate y palta y banana de postre. Fue una noche agradable, no hizo frío.

Ahora estamos en Cuzco, a punto de emprender el viaje de vuelta a Buenos Aires. Esta peregrinación de más de 1600 kms y casi dos meses de viaje que fue de San Miguel de Tucumán a la Ciudad Sagrada de Machu Picchu finaliza.

Nos fuimos como unos cualquiera y volvemos como unos héroes.

La Meca de las Mochilas


Post-scríptum: Al regresar de Machu Picchu nos enteramos de que en La Habana, a los 88 años de edad, había fallecido Alberto Granado. La noticia de la partida de ese ser humano, cuya historia había sido tan infinitamente inspiradora para nosotros, hizo sentirnos un poco más solos y tristes, como si de la ausencia de un amigo cercano se tratase. Casi seis décadas después de su aventura legendaria, en los callejones del "Ombligo del Mundo" los pasos inmortales de él y Fúser aún parecían resonar como un eco, señalándonos el camino y sembrando vida y esperanza a su alrededor... De esta forma, el primer atisbo de realización de nuestro Gran Sueño Latinoamericano culminaba en sintonía con el ocaso de uno de los protagonistas de su gestación.

Al verano siguiente repitiríamos a Tucumán como punto de partida para nuestras andanzas, que encontrarían en Quito su punto hiperbóreo. El relato de esta travesía, fundadora oficial de los relatos de viaje interlúdicos, lleva el nombre de Bordeando el Tahuantinsuyu y puede ser leído haciendo click aquí.

miércoles, 12 de agosto de 2015

El solicitante descolocado (Leónidas Lamborghini)

de Las patas en las fuentes (1966)

2

Me detengo un momento
en el país de los países
de las maravillas
la izquierda es la derecha
lo blanco es negro

-Es éste el país
equívoco del equívoco
de los equívocos
pregunté.

-No obstante
trato de dar
los pasos necesarios
y salgo
y entro
pero no sé
si estoy entrando
estoy saliendo

y hay que bajar
para subir
y si es que sube
baja

y salgo
y entro

sábado, 18 de julio de 2015

La restauración de la armonía del mundo (Andrei Tarkovski)

Para mí, la única tarea verdaderamente importante consiste en reinstaurar la conciencia de la responsabilidad del hombre para con su propio destino. El hombre tiene que retornar al concepto de su propia alma, volver a sufrir con esa alma, intentar poner su actuación en consonancia con la propia conciencia. Tiene que aprender a aceptar de nuevo que la conciencia no puede dejarle tranquilo cuando el curso de los acontecimientos entra en contradicción con sus propios pensamientos sobre ellos. El sufrir con la propia alma ayuda a conocer el verdadero estado de las cosas, provoca la responsabilidad y la conciencia de la propia culpabilidad. Entonces ya no se justificará con cualquier excusa la propia desidia y los descuidos, ya no se dirá que uno no es responsable de lo que suceda en el mundo, porque éste estaría determinado por la perversa voluntad de otros. La restauración de la armonía del mundo depende, en mi opinión, del restablecimiento de la responsabilidad personal.

¿Qué es el bienestar? (Miguel Grinberg)

Yo creo y siento que el bienestar es ese sentido íntimo que te permite darte cuenta de que no sos un accidente de la existencia, sino que sos parte constitutiva de una trama mayor que está en vos en la medida en que vos estás dispuesto a entregarte a la trama para estar en todo. Alguna gente eso lo llama Dios, alguna otra gente lo llama sabiduría, otra gente lo llama verdad, y el nombre es lo de menos. Lo que importa es saber, siempre, que uno no está apenas "tratando de encontrar algo", sino que al mismo tiempo tiene que estar predispuesto a ser encontrado por energías similares que lo están buscando. Es en ese punto de encuentro donde podemos hablar de lo que vulgarmente se llama armonía, amor, felicidad, que no es un lugar, no es un puerto. Es una travesía.

martes, 23 de junio de 2015

Excurso sobre la conciencia del tiempo (Thomas Mann)

[...]

En el fondo constituye una aventura singular esta "adaptación" a un lugar extraño, este total cambio de hábitos a veces penoso que, en cierta manera, se produce automáticamente pero con la clara intención, en cuanto se haya asimilado (o al poco tiempo), de volver a cambiar y retomar el estado y las costumbres de siempre. Uno interpreta esta fase como un paréntesis, un breve interludio en el transcurso principal de la existencia cuyo fin viene a ser "recuperarse", es decir someter a un proceso de renovación y cambio al organismo que, por un estilo de vida monótono, corre el peligro o ya está a punto de oxidarse, acostumbrarse mal y volverse insensible. ¿Pero cuál es realmente la causa de ese debilitamiento y esa oxidación del organismo que resultan de la monotonía? No se trata de un cansancio y un desgaste físico y químico, fruto de exigencias de la vida (pues para remediarlo bastaría con el reposo), sino más bien de algo espiritual: la conciencia del paso del tiempo que, ante la monotonía ininterrumpida, corre el riesgo de perderse y que está tan estrechamente emparentada y ligada a la conciencia de la vida que, cuando la una se debilita, es inevitable que la otra sufra también un considerable debilitamiento.

lunes, 15 de junio de 2015

La terrible sinceridad (Roberto Arlt)

Me escribe un lector: "Le ruego me conteste, muy seriamente, de qué forma debe uno vivir para ser feliz".

Estimado señor: Si yo pudiera contestarle, seria o humorísticamente, de qué modo debe vivirse para ser feliz, en vez de estar pergeñando notas sería, quizá, el hombre más rico de la tierra vendiendo, únicamente a diez centavos, la fórmula para vivir dichoso. Ya ve qué disparate me pregunta.

Creo que hay una forma de vivir en relación con los semejantes y consigo mismo que, si no concede la felicidad, le proporciona al individuo que la practica una especie de poder mágico de dominio sobre sus semejantes. Es la sinceridad.

Ser sincero con todos, y más todavía consigo mismo. Aunque se perjudique. Aunque se rompa el alma contra el obstáculo. Aunque se quede sólo, aislado y sangrando. Esta no es una fórmula para vivir feliz, creo que no. Pero sí lo es para tener fuerzas y examinar el contenido de la vida, cuyas apariencias nos marean y engañan de continuo.

lunes, 1 de junio de 2015

Con la sombra de tu aliado (Luis Alberto Spinetta)


¡Ah! El dulzor del río te curará
las heridas de los sitios.
¡Ah! Durante el diluvio tu piel tendrá
el acero de los peces
¡Ah! Luego en el desierto ves la verdad
y te sueñas con las manos
Sólo con raíces te nutrirás
con la sombra de tu aliado

jueves, 16 de abril de 2015

El budismo y la revolución venidera (Gary Snyder)

Desde un punto de vista budista, la ignorancia que se proyecta en el miedo y el vano apetito impide toda manifestación natural. Históricamente, los filósofos budistas no han sabido analizar hasta qué punto la ignorancia y el sufrimiento eran debidos o favorecidos por factores sociales, considerando el temor y el deseo como hechos intrínsecos a la condición humana. Así, la filosofía budista se interesó principalmente por la teoría del conocimiento y por la psicología en detrimento del estudio de los problemas históricos o sociológicos. Aunque el budismo Mahayana posee una amplia visión de la salvación universal, su realización efectiva se ha concretado en el desarrollo de sistemas prácticos de meditación para liberar a una minoría de individuos de cuelgues psicológicos y condicionamientos culturales. El budismo institucional ha estado claramente dispuesto a aceptar o a ignorar las desigualdades y las tiranías bajo el sistema político que fuera. Es tal vez la muerte del budismo, puesto que es la muerte de toda forma significativa de compasión. La sabiduría sin compasión no siente dolor.

Hoy en día, ya nadie puede ser inocente o permanecer en la ignorancia de la naturaleza de los gobiernos actuales, de la política y de los órdenes sociales. Los regimenes del mundo moderno mantienen su existencia mediante una avidez y un miedo deliberadamente conservados: extorsiones monstruosas de protección. "El mundo libre" se ha vuelto económicamente dependiente de un sistema increíble de incitación a una avidez que no puede ser colmada, a una sexualidad que no puede ser satisfecha y a un odio que no puede ser expresado salvo contra uno mismo, las personas que se supone que amamos o las aspiraciones revolucionarias de las lamentables sociedades marginales, afectadas por la pobreza, como Cuba o Vietnam. Las condiciones de la guerra fría han transformado todas las sociedades modernas – incluidas las comunistas – en viciosos distorsionadores del verdadero potencial humano. Engendran poblaciones de "preta" – esos fantasmas hambrientos con un apetito de gigante y una garganta no más amplia que una aguja. La tierra, los bosques y toda la vida animal son utilizadas por esos colectivos cancerosos que deshonran el aire y el agua del planeta.

No hay nada en la naturaleza humana o en las condiciones necesarias de las organizaciones sociales humanas que exija en su fondo que una cultura sea contradictoria, represiva y productora de una humanidad violenta y frustrada. Recientes descubrimientos antropológicos y psicológicos lo demuestran de manera cada vez más evidente. Podemos verlo nosotros mismos mediante una correcta percepción de la naturaleza propia o a través de la meditación. Una vez que una persona ha desarrollado esta confianza y esta intuición, esto debe llevarla a un interés real por la necesidad de un cambio social radical mediante una serie de medios que esperamos no sean violentos.

La pobreza gozosa y voluntaria del budismo se convierte en una fuerza positiva. Su tradicional no-violencia y su rechazo a quitar la vida, sea cual sea su forma, tiene implicaciones estremecedoras para las naciones. La práctica de la meditación, que sólo necesita "la tierra bajo los pies", limpia esos montones de inmundicia

sábado, 7 de marzo de 2015

Tour Peligroso #5 Cabo Polonio

El último enclave de la gira del Trío Peligroso por la costa uruguaya sería Cabo Polonio, balneario ubicado dentro del parque nacional homónimo, tierra de anacoretas que presuntamente le debe su nombre al naufragio del navío Polonio, acaecido en el siglo XVIII en sus costas.

Se puede llegar al Cabo caminando desde Valizas por la playa, en una travesía de unos 10 kilómetros bordeando la costa. Ary, que había realizado dicha excursión unos años atrás sin equipaje, consideró que el portamento de nuestras mochilas e instrumentos tornaría el recorrido algo tedioso, por lo que nos inclinamos por la otra opción, que era llegar por vía motorizada. Así, nos subimos a un safari -tipo sabana africana- que, zigzagueando entre dunas y bosques, depositó nuestras existencias en el exótico (y mitificado) paraje.


Al arribar al centro simbólico del balneario, la primera impresión que me asaltó fue la de una explosión de colores. Banderas de países de todas las latitudes, la wiphala y demás tejidos sobrevolaban las cabezas de los transeúntes, que se desplazaban de aquí para allá como peregrinos de un hippismo místico, en la procura de un contacto tangible con la naturaleza, lejos de las grandes urbes. Las también coloridas casas, hostels y restaurantes estaban desparramadas multiformemente siguiendo la lógica de la no-coherencia. Luego nos contarían que, desde su fundación, el lugar jamás contó con un trazado urbano planificado, sino que las construcciones se fueron emplazando de manera espontánea: "Acá casi nadie tiene papeles de propiedad, se trata en su mayoría tierras fiscales", nos relataría una familia amiga. "La gente que fue llegando se fue armando su casa sin pedirle permiso a nadie. Hoy somos dueños de los materiales, de las paredes, del techo y de la puerta, pero no del terreno".

Otra de las particularidades de Cabo Polonio es la ausencia de luz eléctrica. Exceptuando algunas casas y locales que tienen un generador propio, por lo general la iluminación nocturna del lugar depende de velas (colocadas dentro de botellas de plástico con arena), la luna y las estrellas.

Vagabundos polónicos aguardando el alba

Momentos después de nuestro aterrizaje, en nuestra primera caminata en suelo polónico, un sujeto flacucho con una linterna en la cabeza se nos acercó y,

lunes, 9 de febrero de 2015

Tour Peligroso #4 La Pedrera

Salimos caminando de lo de Dani & Gime con un cielo hermosamente despejado abrazando nuestros pasos. A los pocos minutos me asaltó la certeza de estar olvidándome teléfono celular con cargador enchufado incluido, por lo que regresé corriendo a la casa y me llevé de regalo, muestra ad libitum de inacabable generosidad uruguaya, un paquetito con deliciosos buñuelos de verdura que Dani estaba cocinando en ese momento para el inminente almuerzo junto a su compañera y El Canario.

Proseguimos nuestro andar, doblamos en la primera rotonda del camino a la izquierda y, pese a cierto escepticismo de mis compañeros viajero-musicales, hicimos dedo. Con Ary habíamos tenido una buena experiencia al costado de la ruta el verano pasado; para Foppi era el primer intento con el pulgar en alto de su vida. Tal vez apoyados en la suerte de principiante de éste, o en el espíritu de Pepe Mujica, a los 5 minutos vimos cómo una camioneta se detenía para permitir nuestro ascenso. Los tres nos amuchamos en la parte de atrás de la misma, recibiendo satisfactoriamente el viento costero acariciando nuestros rostros en la que fue la primera -y única- experiencia autostopera del viaje.

En La Pedrera nos topamos con autos amontonados uno tras otro en ambas manos de la calle de tierra, lo que se me figuró como una hilera interminable de fordismo incrustado violentamente en el paisaje. Caminando y preguntando bastante, llegamos al "Camping Ecológico Punta Rubia", que lo único que tenía de ecológico era la separación de los residuos orgánicos de los secos. Estaba atestado de gente (símil campo de concentración) y debimos colocar nuestras carpas en una zona a priori no habilitada. La tranquilidad de La Paloma ya comenzaba a extrañarse...


La movida nocturna era una prolongación de ese caos: fiesta permanente, punchi punchi y escabio por doquier. El gran punto a favor de nuestra noite prima fue una intervención de candombe (percusión & vientos) en plena calle, fiesta de sabor afro-americano.

Tocando en la rua principal, en la que se congregaba la mayoría de los negocios, fuimos buceando de bar en bar buscando la chirola necesaria para subsistir en esa tierra de precios elevados. La recaudación fue suficiente como para que cada uno pudiera pagar una noche de camping (U$300), lo cual ayudaba pero quedaba corto detrás de los U$500 per cápita que habíamos recaudado en FULANA para año nuevo. En general recibimos buena onda por parte de los dueños de los boliches, y en particular fue La Volcánica quien se destacó en ese sentido, al regalarnos una de sus ricas cervezas artesanales.


El segundo día Ary desapareció sin dejar rastro. Le dejé una nota diciendo que lo esperábamos en el centro y partí junto a Foppi (a quien previamente le di unas buenas palizas en el ping-pong del camping) en busca del sustento material. Como teníamos que ensayar por primera vez algo como dúo (violín y percusión), decidimos postrarnos en la calle hasta aceitar los engranajes.

domingo, 25 de enero de 2015

Tour Peligroso #3 La Paloma

Tras la jornada micro-ramblera llegué junto a Ary & Foppi a la terminal de La Paloma en plena noche del 30 de diciembre. En materia de información sobre dónde alojarnos, todo lo que tenía eran las coordenadas para ubicar la casa de un hombre que había hospedado recientemente a Rao, hermano viajero con el que el Camino me había encontrado el verano pasado en su Brasil natal. (En aquella ocasión, después de consultarle dónde podíamos acampar, nos había llevado a Ary y a mí a una caverna en una playa paradisíaca en la que nos instalamos durante varios días, rodeados de maracuyás, bananas y cachoeiras).

Seguimos las instrucciones de un policía para encontrar la calle que buscábamos desde la terminal palomínica. El hombre nos advirtió que estuviéramos alerta, ya que la cantidad de agentes policiales en relación a la población no era "tan alta". "Somos poquitos" nos relató conmovedoramente, mientras señalaba que durante el verano gente foránea suele acercarse al balneario para cometer hurtos, robos, sustracciones y demás acciones delictivas.

Las indicaciones para llegar eran del tipo "caminar hasta tal almacén, doblar a la derecha, seguir la sombra de un sauce", lo que le confería a la expedición un sabor a búsqueda del tesoro. Andando un buen rato en la oscuridad, arribamos a un barrio infestado de perros donde la bienvenida fueron los ladridos enfurecidos de decenas de canes irascibles. Finalmente, después de consultar a algunas personas, llegamos a la casa de Daniel & Gimena, quienes nos recibieron con puro amor durante nuestra estadía en la ciudad.

Ary, Foppi, El Canario, Gime, Dani & Álvar

Él era guitarrista, profesor de música y adepto al ajedrez; ella era escultora y se dedicaba a la literatura. Recientemente habían trabajado confeccionando juegos de mesa artesanales que vendían en la feria. Ambos tenían el corazón tan pero tan grande que habían cometido la quijotesca hazaña de albergar un festival Rainbow ¡en su propia casa!

Zona de acampe e higiene bucal

En un estante tenían un muñequito de Pepe Mujica levantando una bandera que proclamaba con alegría toda una declaración de principios: "LA VERDADERA FELICIDAD ES PODER DEDICARLE LA MAYOR CANTIDAD DE TIEMPO POSIBLE A LO QUE MÁS NOS GUSTA HACER". Cuando le consulté a Dani su opinión sobre el presidente, me relató una porción de su historia.

viernes, 16 de enero de 2015

Tour Peligroso #2 Rambla de Montevideo

El 30 de diciembre partimos de Colonia rumbo a La Paloma, ciudad emplazada en el denominado Este de Uruguay. Casi 600 kilómetros de carretera separan un punto del otro en el mapa. Dada la proximidad de Año Nuevo decidimos recorrer dicha distancia en micro (dudé bastante ya que hubiera preferido hacer dedo, pero terminé cediendo y plegándome al plan de mis compinches Ary y Foppi para no separarnos).

Al mediodía dimos inicio al viaje, que se dividía en tres partes: Colonia -> Montevideo / Interludio montevideano / Montevideo -> La Paloma.

En el primer tramo me tocó sentarme junto a una señora que manifestó, tal vez sin proponérselo de manera conciente, cierto orgullo por ser su país el destino veraniego elegido por varios famosos argentinos, muchos de los cuales son portadores de nombres irreproducibles ligados a la superficialidad extrema, al vaciamiento intelectual, a dictaduras militares, a la expropiación de tierras indígenas, etc. En Uruguay el consumo de las nimiedades relativas a la farándula argentina están a la orden del día.

La ruta que se deslizaba a nuestro paso, el acto mismo del movimiento, era una invitación al futuro. Sea en avión, en barco o en un camión de basura, el hecho de viajar siempre me despierta esa adrenalínica sensación de incertidumbre.

Teníamos un trasbordo de dos horas en la capital uruguaya. Eran las cuatro de la tarde y no habíamos almorzado. Salimos de la terminal de ómnibus para ver qué nos deparaba el destino y nos topamos con la rambla, calle peatonal plagada de comercios y gente.

Los precios de las comidas (UR$300, casi 13 dólares, un plato de ravioles) echaron por tierra todo intento inicial de almuerzo callejero. Propuse desenfundar nuestros instrumentos para averiguar si éramos capaces de ganarnos el pan en ese contexto de precios desorbitantes. En principio Ary se mostró dudoso debido a la presencia inquietante de unos locos que tomaban cerveza en la plaza, pero a Foppi le gustó la idea y finalmente triunfó la homeostasis.

Comenzamos a tocar y los vagos de la plaza, junto a los artesanos que parchaban en la rambla, fueron nuestro público principal. Los transeúntes, por su parte, no tenían tiempo de detenerse a escucharnos. El acelerado ritmo capitalino montevideano era una lembranza de la todavía demasiado cercana Buenos Aires, lo que me generaba una necesidad casi fisiológica de escape.

Tocamos todo nuestro repertorio (más de 20 temas) básicamente para los vendedores aledaños. En ese sentido, la tocatta nos sirvió para repasar canciones que no habíamos ensayado hasta el momento con Foppi, pero a nivel económico la cosa iba para atrás. Era perceptible una disminución de la densidad sonora entre aplausos y aplausos, hasta que uno de los muchachos que ranchaban ahí expresó, birra en mano, lo que presumiblemente era idea colectiva: ¡toquen una de La Vela Puerca! Se ve que nuestro repertorio, conformado por músicas de Piazzolla, Gardel, Frank Zappa, Django Reinhardt, L. A. Spinetta, entre otros, no lograba apartar de las mentes de nuestros oyentes la necesidad de una conocida y querida melodía velera. Lamentablemente, no pudimos satisfacer su reclamo.

La interpretación que particularmente despertó más entusiasmo entre nuestros escuchas fue la de Motorpsico, clásico ricotero que nos proporcionó un buen puñado de sonrisas amigables y pulgares arriba, además de algunos pesos argentinos. (La versión que retrata este video corresponde a otro tiempo y lugar, pero vale a modo de ilustración).


Uno de los dispensadores de esa buena onda ricotera fue Javi, artesano, quien nos contó que había vivido varios años en Buenos Aires antes de regresar a su Montevideo natal.

domingo, 11 de enero de 2015

Tour Peligroso #1 Colonia del Sacramento

El tiempo es tan paradójico que sólo una hora de navegación conecta la locura metropolitana de Buenos Aires con la paz atemporal de Colonia del Sacramento. El buque que atraviesa el Río de la Plata con un shopping a cuestas es el médium entre esas dos realidades contrastantes.


Mis compañeros en la cruzada uruguaya son Adri (alias Foppi) y Ary's. Percusionista el primero, guitarrista el segundo, el objetivo de armar un repertorio para intentar sustentarnos con lo recaudado mientras viajamos surge en la misma milésima de segundo en que se materializa la idea de emprender juntos una excursión a la república vecina. Queremos recorrer la costa, tenemos instrumentos para aguantar los trapos. Los ingredientes de nuestra ensalada musical son: tango, jazz, bossa nova, rock, folclore, y lo que venga.

La inicial compartida por los tres es una tentación a auto denominarnos "Trío Triple A", posibilidad descartada rápidamente por motivos ideológicos. Así, triunfa sin oposiciones la propuesta de Foppi: nos presentaremos como el TRÍO PELIGROSO.

Álvar, violín; Ary, guitarra; Foppi, batajón

La ciudad más antigua de la actual República del Uruguay es una sucesión de postales diáfanas envueltas en un clima de sosiego imperturbable.

Por la tarde, las personas se sientan en la puerta de sus hogares para compartir el silencio. Lo interludian con alguna observación y lo comparten. Ceban un mate y lo siguen compartiendo, amasándolo, respirándolo junto al aire del Plata.

miércoles, 7 de enero de 2015

Caravana (Carina Castro)

APERTURA

El silencio se retira con el pedido de los pájaros
Todavía hay rocío sobre los ojos que sueñan
La ciudad está distante de este suelo
cubierto por polvo y alfombras
que aún no pisaron en este día
Se espera cuanto se puede por el aroma del café
Se olvida lo que fue noche cuerpo adentro.



CARAVANA

hombres y mujeres
pasaron por el agujero de la aguja

y la caravana recorrió los tiempos
los suelos
las lenguas
los ojos

en lo infructífero de sombras, quedamos plantados
esperando la caída de los frutos
el reposo de los cuerpos

olvidamos los pies

por el túnel de la garganta
pasaban voces viejas

memorias tibias
refrescan nuestros párpados

los retazos están impecablemente membrados
y las manos ya esperan por caricias y fuga del trabajo

pero de lejos se ve que no se trata de apenas
un tejido

el sol se llevó el calor consigo, y la noche
nos impone refugio

¿y qué importa si somos indistintos?
en la belleza nos atemos