El silencio se retira con el pedido de los pájaros
Todavía hay rocío sobre los ojos que sueñan
La ciudad está distante de este suelo
cubierto por polvo y alfombras
que aún no pisaron en este día
Se espera cuanto se puede por el aroma del café
Se olvida lo que fue noche cuerpo adentro.
CARAVANA
hombres y mujeres
pasaron por el agujero de la aguja
y la caravana recorrió los tiempos
los suelos
las lenguas
los ojos
en lo infructífero de sombras, quedamos plantados
esperando la caída de los frutos
el reposo de los cuerpos
olvidamos los pies
por el túnel de la garganta
pasaban voces viejas
memorias tibias
refrescan nuestros párpados
los retazos están impecablemente membrados
y las manos ya esperan por caricias y fuga del trabajo
pero de lejos se ve que no se trata de apenas
un tejido
el sol se llevó el calor consigo, y la noche
nos impone refugio
¿y qué importa si somos indistintos?
en la belleza nos atemos
COLIRIO
mi papá me enseñó a poner colirio en los ojos
y con los ojos lavados ver
la tela tan frágil como un tejido roto en el portón de aluminio
ruina de la casa arácnida
los vidrios coloridos que cambiaron en piedra en el puerto
la vida que hay por sobre las rocas, sobre las olas
como una garza reposar en la orilla
y mirar, mirar, mirar y mirar
hasta tener la palabra pez en la boca
mover los ojos en traslación
fijar la rotación del espacio, del lugar, de dentro
SAGA
Sobreviví hasta ahora sin espejos
hundí mis pies en la arena
y oí las voces que hablaban despacio
¿serían las voces del silencio?
¿o las voces de la vanidad?
pero creo que el silencio me (in)tentaba más
y yo intentaba el silencio
el sol se espeja en mis retinas
y casi cego
silencio de visión
TEJIDO
Tejido de manos hecho
las líneas anulares atadas por anillos
abrazan el rojo-piel de la minucia textil
de poro en poro la aguda punta de plata
hiere la película de paño
y los hilos de llanto, y los negros hilos capilares
se escurren por la textura de piel y atan
punto a punto bordando la orilla
del vestido
---
borda la orilla de los ríos, color de río
saliendo de los ojos del cielo, color de cielo
descendiendo el color de las montañas
va mojando en color de tierra, en color de cara
coloreando hasta cubrir las costas de las montañas
un manto inmenso, con los colores del mundo
---
y las manos que atan el manto al pecho
tienen el color de quien tejió el día y la noche
2013, Editora Patuá
http://tudoecoisa.wordpress.com/
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