"Para mí sólo recorrer los caminos que tienen corazón, cualquier camino que tenga corazón. Esos recorro, y la única prueba que vale es atravesar todo su largo, y esos recorro mirando, mirando sin aliento" Castaneda

domingo, 10 de noviembre de 2013

Consejos de escritura espontánea (Jack Kerouac)

1. Cuadernos secretos garabateados y salvajes páginas escritas a máquina para tu propia dicha.

2. Obediente a todo, abierto, escuchando.

3. Trata de nunca emborracharte fuera de tu casa.

4. Enamórate de tu propia vida.

5. Algo que sientes encontrará su propia forma.

6. Sé un demente estúpido-santo de la mente.

7. Sopla tan profundo como quieras soplar.

8. Escribe lo que quieras, insondablemente, desde el fondo de la mente.


martes, 30 de julio de 2013

Torres del Paine


La idea de ver el amanecer en las Torres fue truncada por las nubes (que, además de traer lluvia consigo, impedían la visión de las mismas) y el penetrante frío. Agazapado en mi carpa oía la música que las gotas dibujaban en mi techo, y esa música me decía que me encontraba en la recta final, en el punto culminante, de una de las aventuras más increíbles de mi vida.

Tras almorzar en el campamento con los demás, inicié el ascenso solo. No podía ser de otra manera, ya que, más que un viaje hacia un lugar exterior, se trataba en verdad de un profundo viaje interior que venía madurando al calor de los kilómetros y la distancia.

jueves, 11 de julio de 2013

Circuito W

Lago Pehoé, Parque Nacional Torres de Paine

La salida de Río Gallegos fue sin dudas el momento más bravo que el autostop me deparó durante el viaje. Tras pasar el fin de semana en casa de la familia Riquelme, emprendí la retirada de la capital santacruceña el lunes a primera hora. Fran y su viejo me llevaron hasta la terminal de micros, y desde allí (tras averiguar los horarios de los micros, por las dudas) empecé a caminar. El imponente viento patagónico no aflojaba; a pesar de ello, mis pasos obstinados reflejaban mi alegría por enfrentarme a un nuevo desafío en la ruta, mientras me despedía de la ciudad.

Un auto me levantó para dejarme justo antes del desvío hacia el aeropuerto. Sin más compañía que mi violín y mi mochila, me postré a la vera del camino, rodeado de la infinita estepa. El viento de Río Gallegos, en todo su esplendor, se hizo carne en mí. Un viento como nunca jamás había vivenciado, que se calaba hasta mi médula. Por primera vez utilizaba absolutamente TODO el abrigo que llevaba conmigo, y no era suficiente... Mis huesos eran la antena parabólica donde el frío penetraba con vehemencia, atravesando abrigo, piel y carne como si nada. Y no eran arrebatos espaciados en el tiempo; era un empuje constante e inmutable, sin pausa...

lunes, 29 de abril de 2013

La Patagonia es un sueño eterno II


Cuando ya son las siete de la mañana y el inmenso sol patagónico  se hace presente, Omar se detiene cerca de la YPF de Gobernador Costa para descansar, finalizando con un trayecto de más de 500 kilómetros hecho de un tirón. En mi cabeza resuena todavía la música que el camionero fue escuchando durante toda la madrugada, sin interrupciones: un compilado tropical de cumbia, cuarteto y sus derivados. Una estrofa que se había anclado en mi mente con particular insistencia rezaba, a través de la voz caprichosa de una mujer arrebatada: "no te metas con mi cucu / no te metas con mi cucu / yo sé que tienes tu mujer / así que deja mi cucu".

"A las once seguimos viaje" me avisa el Omar mientras bajo de su camión, bamboleante. Desayuno en la YPF y luego me sumerjo a pie en la profunda melancolía del pueblo, que consta de apenas dos mil habitantes. Por detrás de las casitas coloridas que se desparraman a lo largo de la calle principal (el nombre de ésta, Julio A. Roca, despierta en mí la indignación de saber que continuamos honrando la memoria de genocidas repugnantes con nombres de calles y monumentos en pleno siglo XXI), ahí nomás, el horizonte y la nada. Pienso que no cualquier ser humano podría vivir en un lugar así, que no cualquiera sería capaz de tolerar una soledad tan absoluta y sincera. Siento que las personas que logran hacerlo deben ser verdaderamente fuertes, al punto de poder convivir con el tremendo silencio, la monotonía y la distancia que destila cada fragmento de realidad en la pequeña localidad chubutense.

viernes, 22 de marzo de 2013

La Patagonia es un sueño eterno I


Con la brújula apuntando hacia las -aún lejanas- Torres del Paine, me tomo un colectivo hasta las afueras de Valdivia y le entrego mi suerte al Camino. El día está espectacular, el cielo azul e inmenso me proyecta hacia la esperanza.

Rápidamente me levanta un muchacho con su auto algo destartalado. Con él mantengo una discusión sobre el sistema educativo de Chile, tema que se ha puesto a la orden del día tras la lucha llevada a cabo por los estudiantes y docentes hace unos meses. Si bien se auto-proclama "de centro izquierda", este tipo, que se dirige a Río Bueno para pasar el día junto a su familia, se mantiene irreductible al afirmar que, según él, la educación debe ser privada. "El que quiere estudiar, debe ganárselo pagando. De lo contrario, las universidades se llenarían de vagos". Por otro lado afirma que, dado que la izquierda -refiriéndose al gobierno de Michelle Bachelet- "ha robado mucho en los últimos años", era sumamente necesaria una presidencia de derecha para equilibrar los tantos. Un gran porcentaje de las personas que conoceré a lo largo del viaje adherirá a esta visión de la democracia como una balanza entre izquierda y derecha, donde ambas se reparten el mandato por turnos para cuidar que ni una ni otra robe en demasía. Pocos serán los que mantendrán una posición ideológica más firme al respecto; la mayoría se considerará ideológicamente de centro.

lunes, 25 de febrero de 2013

La Ciudad de los Ríos


El insistente traqueteo del agua golpeando mi techo me obligó a abandonar el mundo onírico. Creí que era la lluvia quien me despertaba. Eran las 8 de la mañana. Una mezcla de fastidio y desilusión se formó en mí cuando, al abrir la carpa, comprendí que las gotas que me rociaban provenían no del firmamento, sino de las regadoras automáticas-giratorias de la COPEC, las cuales me rodeaban como en una emboscada.

A las 8:30 empecé mi jornada de autostop bajo un melancólico cielo cubierto de nubes. Rápidamente me subí al camión de Eduardo, idéntico al del hombre que me dejara en Lautaro la noche anterior. Eduardo me interiorizó un poco más acerca del conflicto mapuche, reiterándome en líneas generales informaciones iguales a las ya conocidas. Me dejó en San José de la Mariquina, donde es necesario desviarse de la interminable Ruta 5 (columna vertebral de las rutas chilenas) para tomar el camino a Valdivia. En la bifurcación del camino me levantó un trabajador, que se apretujó en la cabina de su camioneta junto a su hijo para cederme lugar. Este gentil hombre me nombró todos los ríos que atraviesan Valdivia (el Calle Calle, el Cau-Cau, el Cruces y el homónimo de la ciudad) y me convidó, a través de su voz, una canción popular de la zona. En el río Calle Calle se está bañando la luna / se está bañando desnuda, toda vestida de espuma...

jueves, 14 de febrero de 2013

Hacia la Patagonia chilena


Santiago de Chile. Día domingo. La selección nacional de fútbol jugando. Todos los comercios cerrados. Un argentino desorientado sin saber para dónde encarar...

Tenía escasa moneda local (el equivalente a 10 dólares) y las casas de cambio no habrían hasta la mañana siguiente. Era tarde para probar hacer dedo hacia el Sur. ¿Qué hacer? ¿Tomar un transporte hasta la siguiente ciudad? ¿Con qué dinero? Y en ese caso, ¿abandonar la aventura autostopera? O quedarse a pasar la noche en Santiago, pero ¿dónde? ¿En una plaza, como en Mendoza? ¿En la terminal?

sábado, 9 de febrero de 2013

La travesía de los Andes


En el bosque de álamos había un colectivo abandonado, evocación directa del Magic Bus de Chris McCandless. Tras realizar una breve sesión de fotos allí como preámbulo, me despedí de Andate Meiszner, ese abnegado e incansable luchador que sacrificó su verdadero nombre en pos de un ideal relacionado con la dirección de la presidencia del Quilmes A.C. El mundo necesita luchadores que sostengan banderas de objetivos nobles, luchadores como Andate Meiszner.

Rodri y Viki iban para el oeste, por lo que uní mi camino al suyo una vez más. Saliendo de Uspallata, el camino era tan o aún más hermoso que el de la jornada anterior. Perdidos en la inmensidad de la Cordillera de los Andes cual granaderos sanmartinianos, conmocionados bajo las sabias montañas eternas que se abalanzaban sobre nosotros como en sueños surreales...

sábado, 2 de febrero de 2013

Viaje a la Cordillera


Amanecimos a las 7, cuando el Sol empezaba a tocar nuestra puerta. Asombrosamente, la carpa seguía en el mismo sitio donde la habíamos estaqueado la noche anterior.

Empezamos a caminar hacia el sur con el objetivo de alcanzar la estación de servicio más cercana, "4 o 5 kilómetros más allá". Implementando el  sistema de postas propuesto por Andate  Meiszner avanzamos un puñado de cuadras, pero rápidamente nos paró un coche. Juan Carlos, actor, director y profesor de teatro sanjuanino, iba a Mendoza a buscar unos equipos de iluminación. "Justo venía pensando que sería mejor viajar acompañado para ir conversando, ¡y me los crucé a ustedes!".

martes, 29 de enero de 2013

La casa del Exterminador


Un auto rojo se detiene en la banquina. Son casi las 10 de la mañana y no llevamos ni medio minuto haciendo dedo. "Voy hasta acá nomás", nos avisa el conductor y nos invita a subir. Se trata de un pastor nacido en Chaco que vive en Cruz del Eje desde hace 8 años. Allá se dirige, y con él comienza nuestra aventura.

Mi compañero de ruta es Andate Meiszner, guitarrista, sumo pontífice de la Iglesia Spinettiana fundada por nosotros hace unos días en el monte cordobés. El mayor fanático del Flaco que yo haya conocido, poseedor de más de 25 gigas relacionados con su obra, entre imágenes, videos y audios. Además, se sabe los acordes y las letras de casi todos los temas. Los días que compartimos en San Marcos Sierras han servido de intercambio cultural: él me enseñaba un tema de Spinetta a cambio de que yo le pasara uno de Vade Retro. Y todos felices.

domingo, 20 de enero de 2013

Escenas de la vida sanmarquina II

en los dominios de la incertidumbre
la noche estrellada
es quien se yergue

cuando el desmoronamiento
es sólo un eslabón más
del proceso
y los espejos rotos
callan sus miserias
actuar para Vivir
resulta ser el mecanismo más eficaz

y las sombras de los cielos
atestiguan el trajinar diario
de las almas como carretas

paraísos aluvionales
en el destierro
de los mártires

fuego sagrado
rugiendo en los cartílagos
de la tierra

aullando como un río disfónico
el viento sopla hacia el Oeste

miércoles, 9 de enero de 2013

Escenas de la vida sanmarquina I

Para que exista la Acción Poética, sólo hacen falta convencidos. Y punto.

El Sol atraviesa el monte con sus destellos de rubí. El algarrobo ensangrentado se detiene entre la duda y la Certeza. A su pesar, el tiempo es fusilado cuando un ejército de chicharras, implacable.

La Tierra contempla, a través de sus órganos milenarios, la caída de estrellas fugaces. El vuelo del cóndor, ¿la Verdad Revelada?

No pensar en las consecuencias, sino en las reacciones. La Espontaneidad de los Cielos. Nubes como cerezas multiformes en la noche de los Témpanos.

Acción, convencimiento, sangre, certeza.
Tiempo, Tierra, órganos, estrellas, vuelo, Verdad.
Reacciones, Espontaneidad.
Improvisación colectiva.
Flujo interestelar.