Meneses en el Paiol
austero, seco
sin transpirar
Un oficinista
-el mejor oficinista del mundo-
tecleando mil palabras por minuto en su Olivetti
Sin equivocar una palabra
sin intercambiar una sílaba
Un monarca de la perfección
sacudiendo las cajas toráxicas
de la multitud enfervorizada
Transmitiendo las Iluminaciones
vislumbradas por Bach
como un pliego de telegramas
transtemporales
En el teatro donde otrora la pólvora sedimentara:
La música más pura que el Mamífero Superior supo engendrar
materializada a través de un mueble napolitano de centurias.